LOS MEJORES DISCOS DEL 2018 SEGÚN NUESTROS LECTORES

En un año de grandes lanzamientos dejamos que nuestros lectores elijan a los mejores.

El 2018 fue un año de grandes novedades en cuanto a la música, ya sea local, nacional o internacional. Hacer esta división geográfica suena tan anticuado como absurdo sabiendo de las posibilidades que brinda internet, el streaming y las plataformas musicales, que además de dar la vuelta al mundo equipara las canciones de bandas reconocidas con las de nuestra ciudad o barrio y en muchos casos no desentonan en lo más mínimo.

Pero esta nueva era no sólo se caracteriza por derribar las barreras de difusión e influencia geográfica sino que también la explosión digital brindó nuevas posibilidades a la hora de la producción y grabación, haciendo que grandes álbumes vean la luz sin la necesidad de enormes inversiones. Por este motivo, decidimos realizar una encuesta a nuestros lectores sobre los mejores discos del año, sin ningún tipo de limitación ni restricción, los resultados no nos sorprendieron -porque coincidimos- pero sí nos sacaron una sonrisa.

Estos son los mejores discos del 2018 según nuestros lectores:

Prender Un Fuego – Marilina BertoldiCuarto disco de la solista santafesina, con una impronta y actitud muy distinta a todo lo que había hecho hasta el momento desde todo punto de vista. Con este disco llega a su punto más alto en un momento donde su figura es cada vez más influyente en la escena nacional.

 

La Isla de Los Pájaros – Matías Pérez: Este disco significó para el músico el poder plasmar todo su crecimiento desde su antecesor Luz Serena (2012). Es una especie de lugar ameno de contemplación y reflexión sobre lo más simple y profundo de la naturaleza y su relación con el ser humano.

 

El Mal Querer – Rosalía: En este segundo disco la cantante española se inspiró en una novela de autor anónimo titulada «Flamenca» donde un amor oscuro y de posesión se hace presente. Este álbum conceptual y rupturista tiene mucho de eso, de amor trágico y sufrido que la hace llegar al empoderamiento feminista.

 

Hermafrodita – Francisca y Les Exploradores: Un disco redondo, suena redundante pero es la mejor forma de describirlo, claro que no por su forma física, pero sucede que termina y vuelve a empezar sin que uno pueda descifrar cual es el principio y cual el final, es una sola pieza continua dividida con ocho silencios.

 

BACH – Bandalos Chinos: Suena novelesco, noventoso, delicado y exquisito. Bandalos Chinos se superó a sí mismo de la mano de Adán Jodorowsky, cuya influencia es notoria.

 

Clásico – Hipnótica: El dúo de Río Tercero levanta la bandera del amor eterno por «la canción» propiamente dicha, desplega todo su talento compositivo sin la necesidad de demasiados adornos. Son canciones puras, limpias y simplemente bellas.

 

Mitski – Be The Cowboy: La cantautora japonés-estadounidense sigue jugando y estirando a más no poder las convenciones del indie-rock, con canciones que van desde lo más bailable y optimista hasta las baladas de piano súper sentimentales.

 

Discutible – Babasonicos: Una vez más la banda le escapa a las etiquetas y estructuras musicales con 10 canciones filosas, reflexivas, electrónicas y rockeras al mismo tiempo. Discute con sutilezas a través de la cultura pop.

 

No Vamos a Morir de Hacer Estrategias de Amor – Los Rusos Hijos de Puta: El segundo disco larga duración del grupo bonaerense viene a derribar etiquetas del pasado y a demostrar de lo que son capaces. Sintetizadores muy presentes y Guillermo Beresñak como productor marcan el camino de un álbum que es cosa seria.

 

No Es Privado – Viva Elástico: El álbum que rompió el hielo luego de cinco años toma otro camino, las guitarras le ganan la pulseada a los sintetizadores y la estructura del pop se quiebra en momentos de vuelos internos y furia desatada.

 

En Espiral – Lo’ Pibitos: La banda capitaliza todo lo logrado hasta el momento y profundiza su búsqueda musical entre el candombe, el rap y el funk, entre otros. Es de esos discos que funcionan para escuchar en diferentes situaciones, pinta bien para fiestas como para días de relax.

 

Fuego Artificial – Las Ligas Menores: Nostalgia, felicidad, tristeza, melancolía, barrio, amigos, amor, desamor, recuerdos y estados de ánimos, esos son algunos de los ingredientes que sin duda le dan forma a este último disco de Las Ligas. Tan personal como empático, tiene la virtud de llevarte hacia lugares internos conocidos y sinceros de uno mismo.

 

Best Seller – Juan Ingaramo: El músico toma un nuevo camino, que por el resultado parece conocerlo como la palma de su mano. Con una estética y postura algo más urbana logra un disco que invita tanto a cantar como a bailar todas sus partes. Párrafo a aparte para la gran versión de Fuego y Pasión de Rodrigo.

 

Detoxify – Tomas Crow: La música experimental y el pop se encuentran en un álbum que habla sobre los efectos negativos que produce la tecnología y las redes sociales en las personas. Una prisión a la que vamos de manera voluntaria.

 

A los Amigos – El Zar: Suena entre los ’70 y los ’80, suena a rock nacional y al mismo tiempo no suena parecido a nada. Este nuevo material viene a definir el estilo de El Zar, con una sensibilidad directa y transparente.

 

La Despedida y El Jardín – Nicolás de Sanctis: El guitarrista y compositor de Indios demuestra todo su talento compositivo y su gran abanico musical. Suena pop pero algo más sombrío, con búsquedas ligadas al blues y el rock más guitarrero.

 

Conociendo Rusia – Conociendo Rusia: Un álbum lleno de imágenes mentales que aparecen y desaparecen a gran velocidad. Una buena mezcla de indie y rock nacional en diferentes proporciones dieron como resultado un disco que se hace lugar solo entre tu lista de favoritos.

 

A La Deriva – De La Rivera: Música para pasar el verano, sea de vacaciones o en la ciudad, las canciones te crean el escenario perfecto para bailar en cualquier circunstancia. Grandes colaboraciones dieron grandes canciones.

 

Gris – Valdes: Pocas veces un álbum completamente de desamor resultó tan atractivo. El desafío del segundo disco, luego de una ópera prima magistral, fue superado con éxito por el dúo cordobés logrando una estética y un concepto que cierra por todos lados.

 

Aurora – Delfina Campos: Deja de lado su estilo folk para darle más cuerpo y sonoridad a sus nuevas canciones. Los sintetizadores cobran un protagonismo real aunque la principal virtud sigue estando en la original forma compositiva que posee.

 

Enchastre – Louta: La primera escucha resulta extraña, diferente a lo anterior, la segunda ya que atrapa con tanta fuerza que no vas a poder soltar estas canciones por semanas completas. Louta se reinventa a cada segundo, cambia y vuelve, y vuelve a cambiar y el resultado es tan inesperado como atractivo.