«ROMPEMOS CON LA IDEA DE ESCENARIO Y PÚBLICO SEPARADOS»

Hablamos con el grupo Teatro de Herejes que presenta El Real Hotel en Patrimonio Histórico.

El grupo de teatro colectivo Teatro de Herejes redobla la apuesta con su obra El Real Hotel y realizará dos nuevas funciones esta vez en la Casona de Patrimonio Histórico (Bv. Carcano esq. Av. Dante Alighieri). La primera será este sábado 13 de abril con capacidad limitada y las reservas se hacen a través de la página de Facebook del grupo: Teatro de Herejes.

Real Hotel es una obra creada completamente por el colectivo Teatro de Herejes, pensada, como cada obra de este grupo, para ser montada en espacio no convencionales, donde no hay un teatro definido y los actores caminan e interactúan entre el público. Luego de varias presentaciones a sala llena en la Usina Cultural y en búsqueda de un lugar con mayor capacidad, realizarán dos obras en el Patrimonio Histórico.

Ambos espacios resultan estéticamente perfectos para la obra, ya que  El Real hotel está ambientada en una época cercana a la de estas estructuras, y justamente, sucede en un hotel. Pero para saber más sobre esta obra, el uso de elementos no convencionales y sus dos nuevas presentaciones, hablamos con tres actores del elenco: Marina MontiNerea Alaníz y Nicolás Funoy.

Entrevista

¿Como surge esta obra «El Real Hotel»?
Maru Monti: En realidad arrancó como un proyecto de taller, una muestra de taller que veníamos haciendo con Andrés Brarda, de formación actoral. Entre distintas propuestas de improvisaciones llegamos a la idea de que fuera en un hotel, se inspiró un poco en lo que es la serie Gran Hotel y el Hotel Edén de La Falda, que se dice que en la época de los nazis estuvo Hitler.

Fue un proceso, una búsqueda, que con el tiempo pasó de ser un trabajo de taller a una obra mucho mas compleja de abordar desde la dramaturgia y desde la exigencia actoral.

La dramaturgia fue realizada por Andrés Brarda y Gabriela García, llevo dos años de trabajo, desde el taller hasta que se forma como obra final.

¿Cómo nació Teatro de Herejes?
Maru Monti: Teatro de Herejes nace fuera de Villa María, en el 2012, y es un colectivo teatral independiente de muchas localidades (Foster, Tancacha, Hernando, Villa María, Villa Nueva) y de varios teatros de esta ciudad.

Nerea Alaníz: Yo conozco el grupo porque Andres (director) empezó a hacer un taller de formación actoral en un centro vecinal, y empezamos a hacer entrenamiento solamente. Después se propuso la obra Amerindio y empezamos a escribir sobre eso y se puso en escena. En este último tiempo se generaron muchas producciones, incluso se está generando una propuesta nueva que se llama Los hombres que dios no ama, que está en proceso aun, no es un producto final hasta el momento pero está pensado estrenar en junio.

¿Cuántas personas conforman Teatro de Herejes?
Maru monti:
Hay actores, técnicos, somos 23 en total. Lo que tiene de bueno que seamos tantos y de diferentes edades es que, por decirlo de alguna manera, el viejo es viejo y el joven es joven, no hace falta caracterizarlos y le da un plus al grupo. La diversidad de edades nos ayuda para cubrir todos los roles.

Nerea Alaníz: La idea del grupo también es la de ir generando diversas obras en simultaneo o paralelo, a medida que vayan surgiendo.. quien lo propone y tiene una idea la lleva a cabo y los demás acompañan y se genera un trabajo colaborativo.

¿Son todas producciones propias?
Maru Monti: Si, por el momento si. No descarto que agarremos alguna obra de autor pero nunca se haría tal cual, siempre la idea es darla vuelta, romperla por todos lados o se podría bien inspirar en algo de esa obra. Nunca tomar una obra y hacerla tal cual las marcaciones del autor.

La idea es justamente hacer quizás un teatro no convencional, hasta ahora las puestas que hicimos fueron en lugares no convencionales, si bien la propuesta nueva si va a ser en un escenario, se van a utilizar recursos fuera de lo común porque se busca generar una vanguardia del teatro.

Hay una tarea fuerte en descontracturar, hay actores como en mi caso que venimos de una escuela clásica de teatro, de actuación clásica, de puesta de luces tradicional en un escenario… entonces hubo que desestructurar esa idea de actor sobre el escenario y público abajo y también estamos buscando una reeducación del público, porque por ejemplo en El Real Hotel, los personajes te pasan al lado, el roce de las telas, los olores, se siente un cigarrillo, se siente música en vivo.

Que los personajes aparezcan por todos lados, como en el segundo piso, que por ahí la gente no mira o le están actuando atrás y no gira.. tiene una búsqueda de romper con ese miedo del público, que siente que si no mira no lo van a hacer participar de la obra. Y para el actor sucede algo similar, porque al principio buscábamos el frente, pero en realidad no hay uno, porque no es teatro convencional, tratamos de dejar de sentir que se le da la espalda a la gente, que no siempre hay que estar de frente.

Y más en esta obra justamente, que habla de las percepciones, de las realidades, de que no hay una única verdad, que depende de la mirada de cada uno. En la obra, dependiendo donde estés ubicado vas a ver un frente, una espalda, un perfil, lo vas a ver al pianista o no y eso también te hace interpretar las cosa de una manera u otra.

¿Y el tema de la iluminación? En este caso es todo con velas… en Amerindio fue con antorchas. No usan luz artificial…
Maru Monti:
En Amerindio se buscaba un naturalismo si se quiere, donde realmente te sumergías en esa historia, en ese momento, podías ver realmente como vivían los indios, con sus tiempos con sus climas, con sus silencios… y el fuego y el aire… cosas con las que ellos también tenían que lidiar.

Nerea Alaníz: En una puesta nos pasó que habíamos ensayado todo en cierta parte del río y al momento del estreno tuvimos que cambiarlo porque el río había crecido. (estuvimos dos años ensayando).

Nicolás Funoy: Cada función es distinta, ninguna es igual a otra.

Maru Monti: En esta obra, trabajar con este tipo de elementos, que son un riesgo, está en juego la capacidad para saber sortear esos obstáculos.

Nerea Alaníz: Como grupo estamos consolidados en ese sentido de la solidaridad, como es todo a pulmón, no tenemos un equipo técnico profesional que sólo cumpla ese rol, sino que están todos cubriendo el zapato del otro, entonces el que está atrás no está relajado hasta que le toca entrar, está atento por cualquier cosa que pueda pasar para salvarlo en el momento.

¿Cuál es el objetivo? ¿Por qué deciden hacer este tipo de obras no convencionales?
Nicolás Funoy: Yo creo que se busca una estética nueva, se busca justamente romper con todo el teatro clásico, mostrar que no hay una sola forma de hacer teatro. Que hay formas para que nosotros mismos manejemos la luz, desde lo actoral, también es una cuestión de recursos, somos un grupo independiente que no tenemos un teatro, no tenemos una planta lumínica, aparte de que es una estética totalmente nueva y no necesitamos una infraestructura gigante para hacer la obra.

Maru Monti: También yo creo que haciendo un análisis del teatro, mucho de lo que se está consumiendo es el teatro comercial, y queremos mostrarle a la gente que también hay otras cosas, otros productos y que no necesitan venir desde Buenos Aires o uno que tiene que ir a esos lugares para poder ver una obra de teatro porque acá también lo podemos mostrar… mostrar cosas nuestras y con recursos nuevos y que la gente también pueda salir sorprendida de esa experiencia.

Nerea Alaníz: Claro, como un espectador activo, por más que no sea una participación en la escena, que su mente esté activa, que se interrogue, se provoque, interrogue… en Teatro Solo, por ejemplo, era el espectador solo con dos o tres actores actuándole en una casilla, entonces se trabajaba mucho con la sensopercepción. Eso ya predispone para otra experiencia totalmente nueva, el entrar solo.

¿Volviendo a la obra El Real Hotel, cual fue la experiencia en la Usina cultural?
Maru Monti: Cuando la empezamos a trabajar como taller pensamos en la Usina porque el lugar se presta totalmente, creo que si sabés que vas a ver la historia de un hotel y entras a ese lugar, el lugar ya te habla.. es de la época. Estuvo buenísimo eso de que tuviera dos pisos, entradas y salidas por todos lados y que todo esté conectado exteriormente permite que uno puede salir por una puerta de abajo y encontarse arriba.

¿Cómo es el proceso de adaptación al nuevo lugar que será la casona del Patrimonio Histórico?
Maru Monti: Ahora el desafío está en adaptar eso a un lugar de una sola planta, donde no tenemos las mismas entradas y salidas, donde no tenemos la misma disposición de cosas, donde no contamos con los mismos elementos porque en la Usina teníamos elementos que nos proveía el lugar.

Nerea Alaníz: Lo de cambiar de espacio es porque por suerte el boca en boca empezó a funcionar y cada vez se nos agotan más rápido las entradas y teníamos poco espacio, aproximadamente unas 40 sillas que no nos permitía movernos tan cómodos tampoco, a la vez la Usina tiene su programación y los espacios se utilizan para eso, entonces tuvimos que salir a buscar otro lugar.

Maru Monti: Al no tener habitaciones como teníamos allá (en la Usina Cultural), el desafío es que el público las imagine.

Nerea Alaníz: Creo que está bueno esto de cambiar porque pienso que el actor nunca tiene que estar cómodo ni relajado. Entonces ahora, como ya llevamos más de diez funciones en la Usina, significa para nosotros salir del área de confort y es un juego nuevo, te pone en jaque y está bueno pensar cómo resolver esa situación.

Maru Monti: Por otro lado, como tenemos pensado sacar a pasear la obra, nos va a pasar lo mismo y está en nosotros tener la agilidad de adaptarnos a espacios nuevos.

¿Cómo se sustenta económicamente el Teatro de Herejes?
Nicolás Funoy: El Real Hotel por el momento no cuenta con ningún subsidio, solo cuenta con el apoyo de publicidades y lo otro lo estamos bancando nosotros con la gorra.

Maru Monti: El tema es que arrancamos con una política de no cobrar entradas, en todo lo que hemos hecho nunca cobramos entradas, y con Real Hotel va a seguir siendo de esa manera. Pero la realidad nos lleva a que vamos a tener que modificar eso, en futuras producciones seguramente implementemos el sistema de entradas porque no contamos con ningún tipo de apoyo, y las empresas ayudan pero sirve para una primera puesta, para salvar algunos gastos.

Nerea Alaníz: Es más, vamos generando un fondo común para ese tipo de cosas, con lo que recaudamos de la gorra. De hecho con ese mismo fondo estamos alquilando un garaje para almacenar vestuarios y utilería, por eso digo que es todo a pulmón.

También sucede que ahora queremos buscar el perfil de la profesión, esto quiere decir, poder vivir del teatro, porque realmente le dedicamos muchas horas a esto y es lo que más nos apasiona.

Maru Monti: También sucede que ahora nos consolidamos más como grupo, tenemos un elenco estable, entonces buscamos generar esa estabilidad en todos los aspectos. Quizás el día de mañana porqué no, podamos contar con un espacio propio.

¿Además de las fechas del 13 y el 27 de abril, tienen otras programadas?
Nerea Alaníz: Estamos en eso, tenemos la carpeta lista para comenzar a presentarla por todos lados. Nuestra idea es que la obra viaje, veremos, quizás algún festival, o llevarla a alguna localidad vecina. De Bell Ville tenemos una propuesta bastante firme para ir.

Maru Monti: El mayor problema que nos surge que es nosotros no hacemos obras para montar en escenarios convencionales, entonces ya el lugar es un limitante, después pasa que somos trece personas, los gastos son grandes, de transporte, alojamiento y demás.

¿Cómo fue el proceso para los actores que hablan alemán en la obra?
Nicolás Funoy: El alemán es real, tuve que ponerme a ensayar mucho tiempo con personas que saben hablar alemán y que estuvieron en Alemania. Lo bueno es que vino un alemán, amigo de Nerea, y dijo que nos entendió así que eso ya me deja tranquilo jaja. Además nos comentó que lo hicimos bien porque justamente los nazis, en esa época, era muy duros en su forma de expresarse. Estuvo muy interesante el proceso.

¿Cómo hace la gente para reservar entradas para las fechas del 13 y el 27 de abril?
Maru Monti: Para las entradas hay que reservar escribiéndonos a nuestra página de Facebook que es Teatro de Herejes y sino por WhatAspp al número:(0353) 154 245 980.

Para finalizar, ¿Cuáles son las expectativas para estas dos fechas?

Maru Monti: Las expectativas siempre pasan por captar a nuevo público, o público viejo que la quiera ver de nuevo, que nos ha pasado mucho y es fantástico. Muchas veces va la misma gente pero se cambia de lugar, para verlo y experimentarlo desde otra perspectiva.

La idea es siempre dejar al espectador maquinando, en todas las propuestas que hemos hecho buscamos eso, provocarlo y llamarlo a pensar.