AMERINDIO: ALTOS RIESGOS Y ALTOS RESULTADOS

Estuvimos en el estreno de la obra del colectivo "Teatro de Herejes" y esta es nuestra reseña.

Ayer, viernes 19, se llevó a cabo la primera de las dos funciones programas a modo de estreno de «Amerindio, historia de una masacre«, la pieza teatral del colectivo Teatro de Herejes, en la playa El Arenero de Villa María. Una gran apuesta con un gran resultado.

El grupo de teatro independiente Teatro de Herejes dirigido por Andrés Brarda, decidió salir de la sala de teatro convencional y realizar una puesta que ubica al espectador en el escenario mismo donde suceden los hechos. De esta forma, el público se convierte en espía cercano de una historia donde el contexto natural y la eliminación de la cuarta pared resultan clave para la trama.

Todo es natural en esta sala de teatro temporal, lo cual responde al concepto de realidad buscado y a la especie de viaje en el tiempo que ofrece al espectador al «ingresar» en esta. Tal es así que la iluminación está dada solamente por un gran círculo de antorchas que rodean una fogata, por palos de fuego que sostienen los integrantes de la comunidad aborigen y por los faroles a vela con los que llegan los conquistadores europeos. Lo mismo sucede con el sonido, ya que no existe ningún tipo de ampliación de las voces ni música ambiente, lo cual convierte la experiencia en algo más intimista y persuasivo.

La comunidad aborigen, comienza a sentir la llegada -a través de la tierra- de un mal inevitable e irreversible: los españoles, que llegan a sus costas por el mar para arrasar con su cultura, sus tierras y sus riquezas.

Las actuaciones brillan por si solas: por una parte los aborígenes, que hablan quechua, logran comunicar todo lo que está sucediendo con la simple expresiones de sus cuerpos. Y, por otra parte, los españoles logran transmitir el vil accionar y pensamiento de una cultura usurpadora, sedienta insasiable de riquezas y absolutamente intolerante con la existencia otras culturas, religiones y formas de vivir diferentes.

De esta forma y por todo lo mencionado anteriormente, resulta  importante no dejar de destacar la arriesgada propuesta de este grupo teatral y el gran acompañamiento que recibió por parte del público en su primer noche, ya que decidió sacar al espectador -y a sus propios actores- de su lugar de confort y llevarlo a un lugar distinto, alejado, oscuro y poco convencional, en pos de la idea y la narración artística.

Una obra donde muchas cosas podía salir mal, pero donde todo salió bien. Tomando riesgos altos obtuvieron resultados más altos aún.

En este caso, salir de la zona de confort fue la respuesta para llegar aún más lejos.