JUAN PABLO AMANTE: UN MILLÓN DE PERSONAJES

El actor es una máquina de crear proyectos artísticos y culturales. Una nota imperdible!

Qué decir de un artista que hace diez años que viene trabajando dentro del arte y la cultura de Villa María y Villa Nueva, que es más que reconocido en estas dos ciudades, que es uno de los actores más convocantes con sus diferentes espectáculos y que no para de generar proyectos culturales de manera independiente y autogestionada.

Además de sus unipersonales, tiene un proyecto de indumentaria, un programa de radio, apuesta por un teatro con objetivos sociales y trabaja en productos audiovisuales, entre tantas otras actividades artísticas que lleva a cabo de manera espontánea y natural. Por todo esto y mucho más, la nota principal es para Juan Pablo Amante, te ofrecemos la oportunidad de conocer en profundidad a este gran talento desarrollándose entre nosotros. Juan Pablo Amante es un artista imposible de definir o etiquetar, creador de una infinidad de personajes que toman vida por las noches cuando, con una caracterización visual siempre impecable, decide con cuál de todos salir a escena. Todos ellos muy diferentes entre sí, sacados de observaciones certeras de lo cotidiano, hasta algunos con miradas opuestas, pero a la hora de verlo actuar es indistinto quien sea el elegido, porque las risas están garantizadas y todos son igual de efectivos. Y si algo lo caracteriza, es su humor reflexivo, crítico y provocador, con una mirada sobre la sociedad pero también autorreferencial.

 

 

¿Cómo nació tu amor por la actuación?

Siempre me gusto todo lo relacionado a la “caja boba” como le dicen, soy novelero y peliculero incurable, por mucho tiempo no tuve tv y me instalaba en la casa de vecinos. Al teatro lo descubrí en el secundario, una vez actué (protagónico obvio) y me salía más el director o el “manda más”, me moría de la vergüenza, eso que era más grande que mis compañeros, soy tímido de civil. Recién de grande, cuando empecé a ir como público a El Estilóbato, confirme que lo que quería era estar arriba del escenario.

¿Cómo te definirías? ¿Actor, artistas, humorista, comediante, productor, etc?

Tengo un tema con las rotulaciones, por mucho tiempo esquivé decir soy actor, pero tengo mucho de productor, animador sociocultural, gestor, soy metido. Me es muy difícil estar en algo en lo que no meta la cuchara. Cuando apareció el término artista, también renegué, pero creo que soy un maldito afortunado que hago todo lo que se me ocurre, experimento con la complicidad de mi entorno y el público que me acompaña en cada ciclo, espacio o propuesta. No sé cuáles son los pasos a seguir para ser “artista”, por ahí solo es fácil identificar el estereotipo ligado a hacerse el artista o el hipsters de tercer mundo con colesterol (kool) alto nomas.

¿Tenés referentes que te hayan marcado en el camino de la actuación y creación de personajes?

Como espectador soy muy “fans” de Antonio Gasalla, el gordo Caseros, Juana Molina, Fernando Peña, Alejandro Urdapilleta, Tortonese, Batato. Impregnaron mis personajes tanto, que con el tiempo voy descubriendo y asociando “homenajes” en ellos.

¿Cuál es el proceso de creación de los personajes?

Muchos de los personajes aparecieron de autores o escenas de textos de Gambaro, Urdapilleta, Leo Masliah, entre otros que destrocé y de a poco fueron mutando, les aparecían gustos, pensamientos y al sacarlos a la calle o fuera de contexto de escenas donde los hice por primera vez, crecían. Si debo reconocer, que también en el proceso creativo tiene mucho peso como se ven, para mí la estética y los vestuarios son tan importantes como lo que tienen para decir.

¿Qué es lo que más te gusta expresar por medio de tus espectáculos?

Me gusta que además de pasar un buen rato, el teatro exprese algo que te quede dando vueltas en la cabeza, me gusta que notemos las contradicciones, pensamientos, los dobles discursos que manejamos en nuestra vida cotidiana. Mi visión de teatro está muy ligado a mi visión social. Llegue al teatro en busca de herramientas lúdicas que me ayuden a llevar a cabo un proyecto de educación popular: “EspectACTOR”, proyecto que fue mi trabajo final cuando me recibí de Educador de Adultos y es el marco teórico estos años.

¿Por qué elegiste el humor?

El humor siempre fue una excelente vía de escape, para no dramatizar y reírme de situaciones que son y fueron difíciles de sobrellevar. Con una sonrisa podemos decir cosas que son tremendas, incluso reírnos de temas tabú.

¿Qué es lo que más te gusta de esta faceta actoral?

Disfruto el transformarme, ser otro de a ratitos, ver las reacciones de la gente, pensar y escribir escenas o performances con temáticas que me interesan. Me gusta ver fotos por ejemplo, soporte que es sin ninguna duda es un pilar fundamental, cuando tengo que ver dos veces o encuentro gestos que no sé de donde salen.

De la cantidad de personajes creados, ¿Cuál es tu favorito y por qué?

La “Jeranio”, fue mucho tiempo mi preferida, pero porque fue la bisagra, la que abrió la puerta para salir a jugar. Dude mucho en hacerla, pero basto esa primera función en la comedia universitaria, para saber que era la línea teatral que me interesa y nunca parar de actuar.

¿Cómo conseguís el variado, original y extravagante vestuario para cada uno de tus personajes? ¿Es una búsqueda constante?

Si, muchas veces, me encuentro comprando cosas para ellos, además de que mucha gente me regala cosas, para sus personajes preferidos. Tengo una habitación del departamento que solo es para vestuario. Con el tiempo aparecieron mis diseños, pero están muy ligados a performance del mundo de la moda, el arte visual y la grosa de la negrita (madre).

Estudiaste Trabajo Social… ¿Cuál es, si la hay, la relación entre esto y tu faceta artística?

Si, curse dos carreras a la vez en el INESCER, por un lado trabajo social y por el otro Educación de Adultos, tanta ciencias sociales y educación popular se combinaron en autores brasileños como Paulo Freire (educador) y Agusto Boal (dramaturgo) que me fascinaron y fueron el puntapié para inscribirme en mi primer taller de teatro.

Has realizado proyectos artísticos donde el foco estaba puesto en lo social ¿Qué te motiva a generar este tipo de propuestas?

Hacer teatro, pararte al frente de otros, tener algo que compartir, que mostrar, no es “moco de pavo”. Creo que nadie puede elegir hacer de su vida cualquier manifestación artística, si no tuvo las posibilidades de conocerlas, de toparse con una banda, una pintura, etc. Por eso agito tanto, con políticas serias en materia de cultura, en este país, si tenés los medios económicos sos Gardel y si no, miras de afuera, con suerte y viento a favor. Me preocupa y ocupa que se siga pensando que el arte es poco serio, que solo es para los que nacen en cuna de oro y no se tienen que preocupar de vivir y poner un plato con “morfi” en la mesa.

Todo el tiempo estas generando diversos proyectos, ¿Creés que Villa María es un lugar propicio para proyectos artísticos?

No sé si es el lugar propicio, es mi escenario, donde crecí y forme o deforme. Si bien las condiciones nunca fueron las ideales, hago la vista gorda y trato de colaborar con lo que puedo, me la paso de reunión en reunión lidiando con burocracias e incluso políticas institucionales, pero creo que son espacios en los que debemos participar como ciudadanos. Yo elegí vivir acá y apostar. Obvio que es muy gratificante cuando viajo, ver qué pasa con otros públicos, pero aparecen nuevas ideas, estéticas que experimentar, no me alcanza el tiempo para poder hacer todo lo que quisiera.

¿Cómo te llevas con el público VillaMariense/Villanovense?

Me llevo regio, creo que el público me aceptó antes de que yo me diera cuenta en lo que me estaba metiendo, es impresionante el respeto con el que me tratan. Alguna vez escuche decir… “la gente no está preparada para tal o cual cosa…” para mí es todo lo contrario. Cuando pienso en las postales comerciales donde los personajes modelaban para comercios locales, los eventos populares, festivales, carnavales de Villa Nueva, desfiles, cortos, spots, muchísimos ciclos, laburar en vidrieras, y el lugar que se me dio, es tema de conversación con actores y artistas que viven en otros lugares.

 

 

EFECTO AXE O HASTA LAS MUELAS DE JUICIO

 

“Efecto Axe o hasta las muelas de juicio” es una obra escrita por María Elena Troncoso en el año 2004, donde un hombre que consume y absorbe
todo lo que los medios de comunicación le transmiten en relación con la inseguridad, se entrena en nuevas y delirantes formas de engaño y defensa personal para mantenerse a “salvo de la delincuencia”. Obsesionado, encerrado y paranoico hasta el punto tal de creerse apto para ayudar al gobierno con propuestas propias que el considera más eficaces para acabar con la inseguridad. Ahora, adaptada y reinterpretada por Juan Pablo Amante bajo la dirección de Pía Bernabe, un adelanto del nuevo desafío del actor.

¿Cómo llega esta obra a tus manos? 

Cuando formaba parte de la Comedia Universitaria, buscando textos apareció un librito editado de obras premiadas del apuntador de Rocío “La Pocha”. Me encantó, por ese momento la temática de los miedos eran muy recurrentes en mis elecciones, de hecho creo que eran mis miedos.

¿Cómo la describirías y porqué elegiste interpretarla?

Como muchas de las cosas que hago, me las hago a propósito. Me las pongo como objetivo, de temas que me incomodan en el caso de los miedos, me pasó lo mismo con una obra de Gambaro con la misma temática, la cual hasta el día sé la letra y nunca la pude pasar al cuerpo y al hecho teatral.

A su vez, vas a ser dirigido por Pía Bernabe ¿Por qué elegiste que te dirigieran en esta oportunidad? ¿Cuál es la experiencia y cómo se diferencia a cuando trabajas solo?

Cuando actuaba con Pía en “Bau Haus Casa de Arte” (Hoy Polaroid House) confiaba y me gusta su visión teatral. Estuvimos muchísimo tiempo queriendo hacerla, algunos embarazos de la directora, mucho laburo, pero seguía latente y finalmente volvimos a una puesta austera donde la obra no busca la complicidad alegre del público.

La diferencia con actuar solo, es que la elección global cae en mí, más allá que siempre resalto que el público es el director y las modificaciones que terminan de cerrar los trabajos, de hecho “Zapatos de tacón” es una síntesis de trabajos que comenzaron en “Keskesé artistas de teatro Y Varieté”, y mis experimentaciones en el teatro bar o café concert.

¿Cuánto hay de vos en esta obra?

Muchísimo, si bien estoy muy atento a mis reacciones ante determinadas situaciones relacionadas a la cuestión social, el “enano facho” se sale y da una vuelta en mi manera de ver las cosas. Además basta con darte una vuelta por el inicio de Facebook para darte cuenta que es un tema vigente.

¿Cómo elegiste el vestuario? ¿Todo creación tuya?

Sí, el vestuario es creación conjunta entre la directora, mi madre y quien les escribe. Algo anecdótico que cuando se comenzó a pensar disparadores para la producción fotográfica editorial, me acorde de un video noventoso de MTV, que busqué y de golpe al verlo, el vestuario parece inspiradisisisismo de ahí, lo que confirma que uno en la cabeza tiene miles de imágenes que vaya a saber cómo se relacionan y aparecen a la hora de pensar como visten los personajes.

¿Qué te gustaría que suceda con el público con este nuevo trabajo?

Con que algo le suceda, ya estoy hecho. Hay una necesidad de reflexión y debate sobre estos temas.