GABY VERA: «VOLVER A CASA FUE UNA SENSACIÓN INEXPLICABLE»

La productora audiovisual nos contó su experiencia completa de 40 días en otro país durante la pandemia.

La productora audiovisual villamariense Gabriela Vera se encontraba con un grupo de personas rodando un largometraje en Iquitos Perú, cuando se declaró la emergencia sanitaria a nivel mundal por el COVID-19 y el aislamiento social y obligatorio se decretó tanto en aquel país como en Argentina.

A partir de allí comenzaron las gestiones propias para intentar regresar a sus hogares, difundiendo su situación, hablando con otrxs argentinxs varadxs en Perú, con embajadas y diferentes instituciones. Luego de casi 40 días, un enorme trabajo de autogestión primero y de repatriación por parte del Gobierno Argentino, pudieron regresar a nuestro país y Gaby nos cuenta la experiencia completa en esta entrevista.

De la selva a casa.

¿Cuánto tiempo pasó desde qué llegaron allí hasta que se decretó el aislamiento obligatorio?
Llegamos a Iquitos Perú el 3 de marzo, y a los 15 días de haber transcurrido el rodaje allí, se declaró la emergencia sanitaria a nivel mundial, y el aislamiento social y obligatorio en todo Perú. Iquitos es una ciudad puerto a más de 1000 km de Lima en lo profundo de la selva amazónica. Solo puede llegarse por vía aérea o fluvial ya que no existen carreteras que la conecten con el resto del Perú.

¿Por qué motivo habían viajado?
Viajamos a trabajar con un proyecto, a terminar el rodaje del largometraje ficcional “Crónica bárbara, tras el barco de Fitzcarraldo”, película dirigida por el realizador cordobés Hugo Emmanuel Figueroa. Parte de la misma ya está filmada en la provincia de Córdoba incluida Villa María y fuimos a rodar esta segunda etapa.

¿Cuántas personas eran las que estaban allí por el mismo motivo?
Viajamos con la actriz cordobesa Constanza Gatica junto al reducido equipo de rodaje conformado por Hugo Emmanuel Figueroa, Fernando Cattaneo, Santiago Ponti, Pablo Picco, y yo todos realizadores de Córdoba y Villa María. Y Katya Zeballos una productora peruana que nos estuvo ayudando con la producción allí.

¿Cuál fue tu primer reacción cuándo se dieron cuenta de lo grave de la situación?
Cuando se declara por primera vez el aislamiento por una semana, nosotros estábamos a poquitos días de salir de la isla hacia Satipo a la selva central de Perú. Entonces decidimos con todo el equipo esperar a que pase esa primera semana y cumplir con la cuarentena en el hotel en donde nos estábamos hospedando. Cancelamos el rodaje, pensamos en reestructurar el guion e incluir esta problemática dentro del mismo. Y empezamos a consultar ante embajada y cancillería argentina que pasaría si esto continuaba para informarnos y saber qué hacer. La verdad que en ese momento la información que nos llegaba era muy poca a cerca de lo que estaba sucediendo, y no teníamos mucha información ni dimensión de lo que podría llegar a pasar en los próximos días. Era inimaginable para nosotros estar allí un mes más sin poder movernos, porque la realidad es que esto nunca jamás había sucedido antes, y creo que nadie tenía dimensión de lo que estaba pasando en ese momento.

¿Cuánto tiempo estuvieron en total allá? ¿Estuvieron siempre hospedados en el mismo sitio? ¿Dónde?
Estuvimos un total de 39 días en Iquitos hasta que logramos emprender viaje hacia Lima. Primero estábamos en un hotel que a la semana de haberse declarado la pandemia, tuvo que cerrar, en realidad todos comenzaron a cerrar y ya no hospedaban a extranjeros. Nos teníamos que ir de donde estábamos pero era muy difícil encontrar un lugar en donde nos acepten, entonces a través del Ministerio de Cultura de Perú conseguimos alojarnos en un hospedaje, en donde estuvimos viviendo solos con sus dueños, colaborando con el cuidado y el mantenimiento del lugar, ya que ellos se habían quedado ahí a cuidar del mismo.

¿Cómo gestionaron el vuelo a Lima?
Iniciamos un primer contacto cuando se declaró la emergencia, con la Asociación de Productores Audiovisuales de Córdoba, organización de la cual formo parte, y a través de este espacio organizado del sector audiovisual nos pusieron en contacto con la Agencia Córdoba Cultura, y de ahí se derivó a vice gobernación para iniciar las gestiones necesarias ante Cancillería y la Embajada, tanto de Argentina como en Perú. Pero la realidad fue que desde nación nos pedían que estemos en Lima para que nuestra repatriación sea posible. En Iquitos no existe consulado argentino y por ende no teníamos quien nos represente y pueda hacer las gestiones que necesitábamos para nuestro traslado, entonces me puse a hacer un relevamiento hotel por hotel buscando argentinos, y dimos con que éramos aproximadamente unos 25 en la misma situación allí, nos organizamos a través de un grupo de wappsap y empezamos a gestionar a través de otras embajadas de diferentes países que se encuentran allí, para sumarnos a algún vuelo que nos puedan llevar hasta Lima, pero obviamente no éramos prioridad, entonces cada día nos resultaba más difícil. Nos contactamos con muchísima gente del estado, tanto de Perú como de Argentina y la única opción que teníamos era salir en un vuelo de las Fuerzas Armadas del Perú ya que los demás vuelos no estaban habilitados por el gobierno peruano. Empezamos a difundir nuestro caso en todos los medios posibles y finalmente gracias a toda la difusión, dimos con un contacto de fuerzas armadas del Perú que junto al Ministerio de Defensa de ese país y el apoyo de nuestra embajada lograron trasladarnos hacia Lima en un vuelo humanitario que dispusieron, a un costo muy bajo para todos los Argentinos.

¿Dónde se hospedaron en Lima?
Cuando llegamos a Lima, aterrizamos en el aeropuerto de FAAP y en un colectivo del ejército nos trasladaron hacia los hospedajes que habíamos reservado, nosotros por suerte teníamos el contacto de una casa de familia que alquila habitaciones, en donde habíamos estado hospedados el año anterior cuando hicimos la pre producción de la película. Les hablamos y nos recibieron en ese lugar. Ahí estuvimos aislados por casi una semana hasta que arribamos al país en un vuelo de repatriación junto a 180 argentinos desde Perú. Tuvimos la suerte de que 180 peruanos varados en Argentina fueron repatriados esa semana a la capital peruana, y nos trajeron a los argentinos que estebábamos en Perú a Argentina.

¿Cuál fue la asistencia que recibieron de Perú y de Argentina?
Con respecto a la asistencia que tuvimos, en primera instancia destacar el apoyo desde todo el sector audiovisual tanto de Perú como de Argentina, siempre presentes difundiendo y gestionando desde aquí ante las autoridades de nación para lograr nuestra repatriación. También no podemos dejar de agradecer a la cantidad de amigos/as, conocidos/as, y a nuestras familias que de manera desinteresada nos ayudaron económicamente para afrontar los gastos de los últimos días, que veníamos sorteando con el mismo presupuesto que teníamos previsto para el proyecto pero de repente esos gastos allí se triplicaron por toda la situación que estábamos atravesando. Y a la UNVM por su aporte a la película desde su inicio.

Si bien las medidas que tomo el gobierno de Perú, son entendibles obviamente por toda la situación, nos complicaba eventualmente el trabajo que se realizaba desde Argentina, y era muy difícil ya que no les autorizaban vuelos a Lima ni mucho menos a Iquitos. También desde el Consejo deliberante de nuestra ciudad, se pidió la intervención del municipio para que le solicite al Gobierno nacional que tome las medidas necesarias para traer de vuelta a los argentinos que estábamos en Iquitos. Fue un gesto muy solidario para con nosotros.

Por suerte nuestro proyecto tiene el apoyo y aval del Ministerio de Cultura de Perú lo cual nos garantizaba y facilitaba ciertas gestiones. Como por ejemplo el alojamiento en Iquitos, fue posible a un costo mucho menor gracias a ellos, y los permisos necesarios para toda la movilización que tuvimos que hacer allí.  Ni hablar de fuerzas armadas de Perú que pusieron a disposición el vuelo para el traslado hacia Lima. Y al gobierno de Perú que gracias al vuelo de carácter humanitario, gestionado por la Embajada del Perú en Argentina y operado por JetSMART, y con el apoyo de las autoridades argentinas logramos nuestra llegada a Ezeiza después de 45 días.

El gobierno de la provincia de Córdoba junto a Nación dispuso de un colectivo para el traslado desde Buenos Aires a Córdoba y luego nuestro municipio de Villa María nos trasladó en un vehículo acondicionado desde Córdoba hasta nuestros hogares para cumplir con el aislamiento obligatorio. A todos muchas gracias!

¿Cuáles fueron las sensaciones de volver a casa?
Volver podría decirte que esta vez fue la parte más importante de este viaje, y fue una verdadera muestra de valentía por parte de todo este hermoso grupo con el que compartimos los días fuera de casa. Y en esto de volver, las sensaciones al llegar a casa personalmente son inexplicables… ya de por si estar fuera de tu país por más de un mes te genera un montón de emociones y cambios que son inexplicables. El hecho de haber vivido esta emergencia sanitaria que nos atraviesa a nivel mundial en otro país, y en el contexto en donde nos encontrábamos, totalmente aislados y expuestos no solo al COVID-19 sino a todo tipo de enfermedades inexorables y a las amenazas por las fuerzas de seguridad, y a la incertidumbre que vivíamos a diario, y a la soledad y tristeza que nos trasmitía estar en medio de la selva, hoy estar en casa solo me da mucha paz. Y un gran agradecimiento al universo por darme la fuerza necesaria para afrontar todo lo vivido y la fuerza para seguir con este proyecto que tendrá su final cuando todo esto pase.

¿Dónde están haciendo la cuarentena ahora? ¿Les hicieron algún tipo de estudio?
A poco más de una semana de nuestro regreso, estamos cumpliendo con la cuarentena aislados en nuestros hogares. Al salir de Perú pasamos por varios controles sanitarios, desde el día antes del vuelo a estábamos bajo controles de salud que por suerte los superamos. Y al llegar a Córdoba pasamos por los controles del Ministerio de Salud de la Provincia, nos hicieron el hisopado, y luego nos trasladaron a cada uno a nuestros hogares en donde estamos cumpliendo con el aislamiento social.

¿Cuál es tu reflexión sobre la importancia del estado ante esta situación de emergencia?
Creo que estas semanas están siendo difíciles para todos nosotros, enfrentarnos a esta pandemia es realmente un desafío muy grande para todo el mundo. Si bien se supone que el estado y las naciones deben estar preparadas ante posibles desgracias o situaciones excepcionales nosotros como ciudadanos como humanos responsables que somos, creo que debemos ahora, más que nunca, ser responsables y seguir con las medidas de prevención que el estado ha declarado ante esta emergencia. La prevención funciona y el estado esta tratando de hacer frente a esta urgencia para solucionar un problema de una magnitud inexplicable, pero esta declaración de emergencia no está exenta de riesgos e inconvenientes. Y es ahí en donde todos, creo que debemos ser lo suficientemente responsables para que el estado pueda hacer su trabajo de manera más organizada.