ESCRITORES DE LA CIUDAD – José Azocar

Licenciado en composición musical con orientacion en música popular.

MOMENTOS EN VILLA MARIA (FINES DE 1997)

Volvía a mi departamento, después de un partido de fútbol 5 y de tomar una coca en casa de amigos con los que había jugado.
Iba con pinta de futbolero, es verdad: rapado, medias de fútbol tres cuartos caídas un poco más arriba de los talones… y mi infaltable camiseta de Nigeria campeón olímpico 1996 (Esa es otra historia, la de la camiseta… otro día la escribo)
Así con esa facha, e impregnado de transpiración seca pegoteándose entre la piel y la ropa(calzoncillo incluido), caminaba cargando mi cuerpo casi arrastrando los pies.

Era cerca de media noche, y ya pasando “La Caleta» sabía que luego de la Terminal me quedarían unas pocas cuadras para llegar al departamento. En el trayecto iba planeando si al llegar me daría una ducha o no, para luego acostarme a dormir.

Debatiendo ese pensamiento interno básico sentí un chiflido del otro lado del bulevar. Giré un cuarto hacia la derecha y me quedé ahí mirando.

Al frente… un vagabundo. De apariencia probablemente más vieja de lo que era: barba grisácea y sucia, gorro caído, sobretodo (en diciembre! los vagabundos son atérmicos) con un par de bolsas colgando por sobre uno de sus hombros… y no recuerdo bien si lo acompañaban perros pero digamos que sí (Queda bien un vagabundo acompañado por perros relatando una descripción, sea cierto o no).

El tipo , al darse cuenta de que lo escuché y le presté atención, hizo un gesto como de tomar carrera y tirar un pase largo de balón imaginario.

Yo, viendo esa acción, seguí con la vista el futbol invisible y lo paré de pecho para “matarlo” luego con mi pié derecho, pisándolo a lo Riquelme y demostrando muy buen dominio del esférico (imaginario).

Con pelota al piso y sin tomar carrera, le devolví un pase impecable, precisión de billar.

Él la recibió durmiéndola con el pie derecho, hizo un
par de jueguitos (bastante ágil a pesar de su edad, las bolsas y el sobretodo) y me la pasó de nuevo…

A mi turno , el mismo gesto técnico. (no se me ocurrió otro) la amortigüé de pecho, luego hombro derecho, cabeza y para definir… le pegué de volea hacia arriba a cualquier lado, señalando con el brazo la dirección de la pelota virutal que se iba bien lejos. El hombre miró la trayectoria y luego volvió la vista hacia mí como para ver qué seguía.

Lo saludé, él me saludó… y seguí caminando. (si el mendigo hubiera corrido a buscar la pelota a lo mejor seguía un rato más, pero se lo veía medio vago y con pocas ganas de correr, y yo estaba cansado también) Espero no haberle perdido el fútbol, no sé si tendría recursos económicos como para conseguir otro así nuevo.

 

JOSÉ AZOCAR

Licenciado en composición musical con orientacion en música popular.

 

¿Qué fue lo que te llevó a escribir?

la necesidad de escribir la debo traer desde que iba al jardín de infantes y me parecía una eternidad tener que esperar tantos meses para llegar a ser como los de guardapolvo blanco que podían leer y escribir por su propia cuenta. De esa época tengo un librito con historietas creadas por mí, Abundan personajes de Clemente y globos de diálogo con letras dibujadas pero sin sentido alguno. En jardín también dibujé un colectivo de «Auto Transportes San Juan» y en lugar de decir «Auto Transportes San Juan» escribí «Meah». Y bueno, encontrarme tiempo después con una consigna que dice «redacto e ilustro» seguida de lo que escribí en esa misma hoja: «El Zapallo estaba tan, pero tan pesado, que no lo pude traer»…demuestran una evolución. (2do grado de la primaria, la ilustración es de un tipo con la camiseta de boca que se va feliz sin hacerse problema por el zapallo que no puede cargar)

¿Cómo definirías tu estilo en esta faceta?

Prefiero no definirlo con mis palabras, cito lo que comentó mi hermano alguna vez: «El modo de contar las historias se parece a Mi planta de Naranja Lima pero con un tono más alegre» Algo así dijo, yo también leí ese libro hace muchos años y ya ni me acuerdo de qué se trataba, pero sí que tenía pasajes que conmovían para el lado de la tristeza (a esa parte la evito al redactar, por más trágica que sea la anécdota… si la tengo registrada y me divierte pasa a ser texto sin problemas)

¿Cual es tu fuente de inspiración, sobre qué te gusta escribir?

Lo que más fácilmente me sale es narrar anécdotas, Siento que tengo un don para recordar cualquier  instante de cualquier época y lugar que no sé por qué razón se guarda todavía en mi cabeza.. pero al llevarla al papel o al monitor me doy cuenta de que tiene una magia y por algo está guardada y por algo todavía no la olvido. De ahí el futuro libro «Backup por si el Alzheimer»