La obra del Elenco de Teatro Independiente llega a su última función. Enterate más acerca de esta genial pieza teatral.

“Que las personajes sean todas mujeres es una casualidad” dijo Ivanna Bruera (Mariana, en la ficción) en una entrevista radial respecto a “Ego Sum Qui Sum”*, la obra que está llegando a su último fin de semana en los Altos del Sarmiento.  Este próximo domingo a las 21:00 será su última función.

Llevada adelante por el Elenco de Teatro Independiente (ETI), bajo la dirección de Walter Stauble; dicha obra escrita por el chileno Carlos Muñoz Salas (quien estuvo presente en el estreno) expone y presenta un gran abanico de personajes que reflejan en demasía a nuestra sociedad.

Con Narcisa (una obsesionada por su imagen), Francisca (Una anaorgásmica), Amaya (un personaje bastante sabio y particular) y Mariana (quien es extremadamente hipocondriaca e intolerante) además de algunas sorpresas,  la obra logra con su cometido: entretener y hacer razonar por más de una hora respecto a diversas cuestiones.

La comedia negra está situada en el interior de una sala de espera de un psiquiatra. Aguardando por el doctor, los personajes comienzan a entrecruzar distintos diálogos que llevan a una conexión bastante coherente y, a la vez, cómica. Si bien sabemos que en el caso de lo cómico la exageración de defectos es elemental; la construcción no tiene ningún ladrillo flojo; todo finalmente encaja y tiene su razón de ser y de estar.

Con citas de Nietzsche, Rimbaud o Confucio, pasando incluso por algunos personajes más bien grotescos, la creación puede llegar a momentos realmente elevados y por demás emotivos. Y no solo eso, inclusive pone sobre el tapete y alienta a debatir sobre temas que pueden aún ser tabú.

Y así es como un grupo de mujeres, sin ambiciones, más bien enojadas con la existencia, resignadas y con la tristeza de no tener poder sobre nada, hacen el oficio de espejo donde podría más de uno mirarse (sino todos).

Algo llamativo, y más bien elogiable, es la construcción de los flashback que se dan durante el desarrollo. Estos son bien organizados, bien armados y, además, le dan un guiño al público que puede entonces sentirse adentro de la obra. Otra prueba viva que demuestra la eficiencia a la hora de crear e interpretar ficciones. Desde los actores hasta las luces – pasando por la escenografía – “Ego Sum Qui Sum” posee una especie de maquinismo que hace que su final sea una contratapa, que concluye el libro y permite guardarlo sin perturbaciones en “nuestra biblioteca teatral”.

Para verla, vernos, reírse  y –más tarde- reflexionarla.

* Expresión latina: “Yo soy El que soy”.

Daniel Rodríguez
Fotografía: ETI (Elenco de Teatro Independiente)