En un nuevo episodio de "Historia de la música pesada en la villa" Nestor Cabrera entrevistó a Pichi Ramirez.

Muchas veces las situaciones trágicas o desagradables suelen ser los disparadores creativos que incentivan a las personas a crear arte. En la siguiente nota, Gonzalo “Pichi” Ramírez nos cuenta como, un sobreviviente de una de las mayores tragedias de la humanidad, lo inspiró a iniciar una profesión que lo ha situado como uno de los referentes máximos del tatuaje en Villa María. El gran Pichi, en una nueva entrega de la historia de la música pesada de Villa María.

Coco Cabrera: ¿Cómo comenzó tu vida en el Tatuaje?
Pichi Ramírez: ”Bueno, el tatuaje entró en mi vida cuando era un niño, a la vuelta de casa vivían unas tías y al lado una pareja de viejitos polacos. El hombre había estado en un campo de concentración y tenía tatuado una serie de números en su brazo, todo arrugado por los años, el «nono Pablo» le decíamos. Ese fue, creo, el primer tatuaje que vi y me impactó por la historia tremenda que traía detrás. Yo era muy niño y me quedó grabado, es más, creo que es uno de los pocos recuerdos que conservo de aquellos años”.

Coco Cabrera: ¿Qué recuerdo tenés de la primera movida del tatoo local?
Pichi Ramírez: “Recuerdo al “Mono” Gómez, que fue uno de los primeros que se había comprado una máquina y  unas tintas y había arrancado a tatuar. Recuerdo también que Juan Trevisan, un amigo y compañero de secundaria, había hecho una maquina rotativa me parece pero flasheabamos mucho porque la armó completa, desde fundir el aluminio para hacerle el chasis, una locura [Risas], la verdad que estaba tremenda [jajaja]. Cuando arrancamos con el «Monky» no teníamos ni idea, le fuimos a pedir consejos sobre cómo tirar sombras ya que Juan había metido un par de tattoos y dibujaba de puta madre el loco.  Bueno, estos son algunos de mis recuerdos de la primera época”.

Coco Cabrera:¿Y qué recuerdos tenés de esas épocas en dónde la música pesada daba los primeros pasos? ¿Tenía amistades o contactos con esas bandas?
Pichi Ramírez: “Mirá… Después empezamos a tatuar al lado del Hotel Colón, sobre calle San Martín. Tatuza [Gómez] y Maricel [Medea Martínez]  tenían un kiosco que se llamaba «Fresita y Ratón», en el fondo teníamos una habitación grande donde armamos el «Studio» con el viejo Monky. Recuerdo que en esa época se podía “escabiar” en las veredas sin problemas, así que caía toda la monada que escuchaba “Heavy”  al kiosco, que además eran clientes y amigos nuestros. ¡Aparte como el Monky tenía equipo de sonido y sala de ensayo estaba toda la monada siempre en el kiosco!”

Coco Cabrera:¿De los que ya no están, quienes son los que a tu juicio, más se extrañan en la movida rockera de Villa? ¿Qué cosas te gustaría rescatar para que vuelvan a realizarse de aquella época?
Pichi Ramírez: “Bue…de los que ya no están yo lo sigo extrañando mucho al viejo Monky… fue mi referente como artista, como persona, como rocker y como amigazo. El chabón dibujaba zarpadas historietas, componía, tocaba y todo lo que hacía, lo hacía con un compromiso tremendo. ¡Recuerdo miles de charlas en los cafés con Luisito López, Sergio Stochero, Titina Bravin !!!

Siempre salían toques o se armaban festivales como «El Villorio”,”Volvete compadrito”[ jajaja] recuerdo cuando Sergio y Monky volvieron a publicar en El Diario «La chiva Vázquez (Mediometraje del director y periodista Sergio Stochero) era una época en que todavía “la Muni” te dejaba hacer cosas sin meterte taaaantas piedras en el camino. Recuerdo con mucho cariño esos años”.

Coco Cabrera: Contame como fue tu vida cultural y en el tatuaje y después de esa época.
Pichi Ramírez: “Mi vida a partir de esos años empezó a ser más divertida e interesante. Quedé tan «flasheado» por las cosas que se generaban en torno al tattoo y a la música que adopté esto como mi estilo de vida y la verdad es lo mejor que pude haber hecho [jajaja].

¡Me gustaría que se vuelvan a hacer festivales de Rock ! Eso me encantaría y  estaría buenísimo.¡Pero entiendo que esta bravo por las fucking habilitaciones municipales! De hecho nosotros hacíamos las convenciones de tattoo teniendo en contra a la gente del Área Cultura (que ya todos sabemos de quienes se trataban) porque bastardeaban a cualquiera que no eran de su agrado… hoy no sé como estará la cosa con ese tema y la verdad que no me dan ganas de volver a tratar, porque yo me sentí como el orto cuando tuve que hablar con ellos. Es una lástima y muy contradictorio que el Área Cultura del Municipio no apoye estos eventos que tan bien le hace a nuestros jóvenes y a nuestra ciudad… pero así están tiradas las cartas, vió?”.

 Coco Cabrera: Pregunta Musical ¿Cómo vez la movida pesada y rockera en general en Villa en la actualidad?
Pichi Ramírez: “¿Sabés como la veo, hermano? Que siempre son los mismos pibes que vienen tocando hace años y peleándola. No veo que se renueve mucho. Tal vez uno esté viejo y no está tan en la movida, ¡pero no veo metaleros por la calle como antes! Faltan más chamarras de cuero y cabelleras largas por la Villa.

Antes recuerdo ver a la monada sentada en la vereda del mítico Kiosco «Chiquito» frente a lo que era  Metrópolis [Ex disco villamariense, actualmente es el Edificio Metrópolis, Av. Italia y Santa Fé]. ¡Eso era genial, te hacía sentir más el Rock presente!
Bueno, te agradezco a vos, Coco,  por la nota y por lo que hacés para la movida pesada en la Villa y  a WAM por tenerme en cuenta. ¡Gracias a los que confían en mi laburo!”

Coco Cabrera para WAM
Foto nota por Let Redolfi
Fotos personales de Pichi Ramírez cedidas para la nota.

«http://www.revistawam.com/pichi-ramirez-que-vuelvan-los-festivales-de-rock-a-la-villa/»

From Historia de la música pesada de Villa María: Pichi Ramirez. Posted by WAM on 10/22/2016 (6 items)

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