PAYASO PURURÚ: «SENTÍ LA NECESIDAD DE HACER ALGO MÁS POR LOS CHICOS»

Entrevista por Victoria Borghello.

Dicen que es en momentos de crisis donde la creatividad tiene más oportunidades. Pensando principalmente en los niños y niñas que atraviesan necesidades alimentarias y que deben concurrir a comedores y merenderos, el Payaso Pururú decidió llevar adelante un proyecto solidario para intercambiar funciones gratuitas en escuelas a cambio de alimentos no perecederos y así ayudar a quienes cumplen un rol fundamental y completamente desinteresado en la vida de quienes más lo necesitan.

En un presente donde las películas de Hollywood nos muestran el lado terrorífico de los payasos, encontramos en Villa María al Payaso Pururú que lejos de esos estereotipos encarna las características de un niño: la ternura, la inocencia y la solidaridad.

Hace aproximadamente 13 años, hacía sus primeras apariciones el Payaso Pururú. Primero a través de animaciones que consistían en juegos para entretener a niños, quizás en un cumple. Los papás y mamás rápidamente comenzaron a ver en él un gran amigo y un personaje entrañable. Así fue que después de asistir a un congreso de payasos, encontró la vocación con la que había nacido.

¿Cómo fueron esas primeras presentaciones?
Empezó con juegos, y de a poco de una manera muy natural y progresivo se dio todo. Primero le pedí a mi abuelo unos jeans, que a mi me quedaban grandes y los usé con tiradores y un mínimo de maquillaje. Al principio hacía 5 minutos de show y el resto juego con los chicos, y en la próxima semana ya me animaba y hacia 7 minutos de show y así hasta que me propuse crear un espectáculo completo. Ahora hago presentaciones en la ciudad y en casi todos los pueblos de la región y en los veranos me voy a Villa Carlos Paz.

*Nacido en Monte Maíz el nombre lo obtuvo casi como gentilicio de su pueblo. Una asociación de ideas entre el producto agrícola y su derivado que según donde te encuentres se le puede decir de diferentes maneras: pururú, pochoclo, palomitas y hasta popcorn.

 ¿Qué elementos utilizas en tu rutina/show?
Hoy, hay muchas cosas, tales como dos minibicicletas, malabares, números de tortazos, otros que son participativos para toda la familia, y a veces recreamos una pelea típica de payasos con mi acompañante que es el Morsa.

Pensando que los niños de hoy son menos tímidos que los de generaciones anteriores, ¿Cómo ves eso en tu audiencia?
Se involucran muchísimo con la propuesta, son hasta más participativos y sin dudas mucho mas vivos. También creo que es porque ya vienen con la cuota de tecnología encima. Siento que me miran y flashean, y yo me pregunto que estará pasando dentro de esas cabecitas, cosa que nunca sabremos. Sí destaco la inocencia de la infancia, ojalá que eso nunca se pierda. Lo que sí sé por mensajes que recibo es que los grandes también disfrutan mucho, me dicen que a través del espectáculo sienten que son niños al menos por un rato.

Este año implementaste un programa solidario que requería de varios agentes colaboradores. ¿Cómo fue toda esa movida y qué resultados obtuviste?
Sentía que tenia que hacer algo por los chicos que asisten a comedores y merenderos de la ciudad. Uní lo que yo hago con el pedido de alimentos no perecederos a cambio de una función en escuelas. Por suerte hubo muchos establecimientos que se prendieron y que a través de estas funciones solidarias pudimos recaudar y repartir alimentos.

En total fueron 10 escuelas y 9 destinos y más de 1600 alimentos recolectados y donados. Ahora en agosto, hacemos la ultima de las funciones. El resultado fue sumamente positivo por la respuesta de las escuelas, de los papás y de los chicos.

¿Qué es lo que más rescatas de este proyecto?
Principalmente la solidaridad de todos lo que participaron, que los colegios “grandes” ayudaron a centros que brindan alimentos y a veces no alcanzan a cubrir la demanda que tienen. En el tema de la alimentación veo que en la ciudad hay muchas necesidades en los barrios y está bueno generar acciones que sumen. Con hambre no se puede tener una buena infancia.

¿Cuál sería tu deseo para los chicos?
Que apuesten tanto chicos y grandes a la felicidad, a reír más. El mundo no está lindo, y si ponemos un poquito entre todos quizás lo podamos levantar. Creo mucho en la educación, en la transmisión de valores, y el amor en la familia.

Por: Victoria Borghello