PASÓ LA TERCERA: EL FLEXY EXPUSO TODO SU POTENCIAL

Estuvimos presentes en el joven Festival que apuesta por la cultura joven. Por Rocío Vanerio.

Pasó la tercera edición del Festival Flexy. 

El pasado domingo, Lola Cruz fue sede del encuentro artístico y plural que ofrece el Festival Flexy. Esta vez el frío de julio quedó muy opacado por una puesta en escena casi primaveral que puso a bailar a los asistentes. Niños, adolescentes, jóvenes y adultos olvidan sus edades en el momento en que algo les produce lo mismo y es precisamente esto lo que pasó en cada etapa de la noche dominguera.

Alrededor de las 18.30, Espero Fantasías de la ciudad de Córdoba abrió la grilla de bandas, por entre las cuales los y las Djs Seda Negra y Otro Ruso intervinieron con diversos estilos, variando el rock, dance y trap. Llegó después Slim Dee quien, junto a las bases de su dj, Jay Pee, agregó el tinte callejero de sus rimas sobre historias sociales y personales.

Por otro lado, hacia un costado del espacio principal, se abrió otra pista indoor donde predominó la exhibición de artes de diferentes emprendedores y la venta de merchandising. Viky Habegger expuso su fotografía, Pomelo Estilista mostró su corte y confección en vivo, Valentina Chiaperro hizo lo suyo con la pintura de un cuadro del logo del Festival y a esto se sumó, además, una cabina temática de fotos y la sectorización musical propia del espacio.

En el patio, familias y amigos disfrutaron del espacio que compartieron un servicio de food truck, el esqueleto de un domo – no cubierto – y una rampa de acrobacia en skate.

Minutos antes de las 21hs, De La Rivera ocupó todo el escenario y todo el ambiente con las melodías y letras de sus mejores hits, los más frescos y mejor cantados por su gente y en su casa. Casi como anfitriones, invitaron a juegos musicales con el público y marcaron fuerte con la energía del beat en cada canción y en cada performance del cantante, la corista y los músicos.

El intervalo previo al esperadísimo último número estuvo a cargo de Marce del Boca, en cuyas bandejas se mezclaron el pop y la electrónica, necesarios para mantener ese punto de la noche.

Vestidos de un destacado amarillo, color que representa a su último disco, Emmanuel Horvilleur y sus músicos se presentaron sobre el escenario bienviniendo a todos con Welcome y comenzando un repertorio con el caudal de energía suficiente para que ningún miembro de la audiencia pare de bailar. Momentos místicos, si los hay, 19 tuvo un clima general diferente y tanto Jugo, junto a Gastón Pérez, como Amor Loco, junto a Anita Sibona, subieron el tono del coro en el público.

La música de Horvilleur goza de un groove que se combina con letras prácticas, contundentes y nos deja esta impresión del espectáculo logrado que queremos repetir. Luego de la explosión de papeles brillantes y con Radios como cierre, el cantante y su banda se despidieron uno a uno y el Flexy, hoy, vuelve a ser ejemplo de una apuesta modernista a la actividad cultural emergente, en Villa María.

Por Rocío Vanerio.

Fotos por Diego Borgobello.