MUCHO MÁS QUE UNA OBRA DE TEATRO

Estuvimos presentes en una de las funciones de "Algo en común", una nueva puesta del Elenco de Teatro Independiente de Villa María.

El Elenco de Teatro Independiente de Villa María se encuentra presentando una nueva obra, que se puede ver cada sábado de mayo en el Teatro Sarmiento a las 22 hs:“Algo en Común”.

Algo en Común es una obra de la estadounidense Harvey Fierstein que ha sido interpretada por diferentes actores de renombre en nuestro país, siendo premiados con esta en varias oportunidades. En este caso, llegó a nuestra ciudad bajo la dirección de Walter Staüble, con Eliana Rojas y Mario Molina como los protagonistas y encargados de una difícil tarea: ponerse en el papel de dos personajes que se disputan un lugar en el corazón de un hombre que ya no está, y del cual ambos fueron una parte muy importante de su vida.

El escenario es un departamento semivacío, sólo ocupado por cajas de embalaje y algunos pocos muebles, lo que da cuenta del fin de una etapa. Un paisaje sombrío de una historia de amor interrumpida por una terrible enfermedad.

Carlos, personaje que sólo llegamos a conocer por los relatos de los protagonistas, es lo que une a Julia (Eliana Rojas) y a Arturo (Mario Molina). Ella fue su esposa durante 16 años y con quien tuvo una hija, Sofía, interpretada por Lara Murua. Él, fue su pareja posterior hasta el momento de su fallecimiento, luego de un largo padecimiento por haber contraído el virus HIV sida.

El encuentro entre ambos se da, en principio, abogada de por medio –Marta, interpretada por Laura Argüello– con el objetivo de firmar la venta y división del departamento donde Arturo y Carlos vivieron por más de tres años juntos. Pero los recuerdos comienzan a aflorar,  y junto a ellos reproches y sentimientos encontrados que salen a la luz con la crudeza de alguien que acaba de perder todo lo que le daba sentido a su vida.

Los dos amaron y aman a Carlos, aun cuando Julia volvió a rehacer su vida, y ese amor es lo que los enfrenta por momentos, pero también es lo que los emociona hasta las lágrimas, al igual que al público. Una historia de amor que traspasa las convenciones clásicas, que buscar mover las estanterías de pensamientos desde los más conservadores hasta los más inclusivos, exponiendo situaciones en las que nuestro discurso muchas veces no coincide con nuestro accionar cotidiano.

Ese es el objetivo de esta obra, cruda y directa, sensibilizadora y realista, emocionante, conmovedora y solidaria. Dejar pensando al espectador, poner en jaque paradigmas prehistóricos que se niegan a desaparecer, generar conciencia a través del arte, en este caso a través de actores con una entrega total que estremece, pasando del llanto a la risa en cuestión de segundo y con una naturalidad que deja entrever su talento, pero sobre todo, su compromiso con el personaje y con la historia.