MONÓLOGOS DE PERSONAJES SIN CUENTO: #40

"Pensando no se pierde el tiempo" Dice Tebby Vargas en su nuevo monólogo. ¡Y leyendo tampoco!

La polifonía de la vida.

Cuando pienso en el pasado
se me acelera el corazón.
Por las noches lloro tirado
en la alfombra de mi habitación.
Sativa, mi perra, llena de pelos el colchón,
mi frente brilla
por la transpiración,
creí que todo era cierto pero no,
en unos ojos encontré la razón
que andaba buscando en esa ocasión,
con voz sincera y sonrrisa de arroz
vino el sueño para apañar el dolor.

Gracias a algún dios
pude escapar
del pánico oculto que no me deja descasar…
Creí poder
subirme y pilotear
la ambigua realidad.
Pero terminé
vomitando en el inodoro.


Seguramente, alguna vez, intentaste hacer algo
y no te salió.
quisiste dormir y no pudiste.
o quisiste limpiar algo y lo rompiste.
dañaste la pata de la silla, por pegarle tantas veces, con el dedo chiquito del pie. Pero tu dedo aún no se quebró, como aquel día, donde quebraste, pero de tristeza, por esa persona que te abandonó.
La canilla del baño todavía pierde, y no la voy a arreglar.
A pesar de que cada noche me acuesto
pensando en la gente
que no tiene agua para tomar.
Es que quiero sentirme malo
y así excusar, las cosas que me pasan y no puedo tolerar.
Dicen que no te podés ir de esta vida sin plantar un árbol y escribir un libro.
Aunque conozco algunos que plantan libros y escriben árboles.
Eso de verdad es fantástico.
¿Vos ya plantaste tu árbol?.
Ami me lo cortó el placero
con el tractorcito
que usan en la plaza para cortar el pasto.
Era un jacaranda, que creció sólo, en la maceta que tenía mi abuela, en el balcón de su departamento, que esta en el décimo piso de un edificio, en el medio del centro.
Qué bárbaro hasta dónde puede llegar una semilla.
qué alto
qué profundo
vuelan.
Como la flor que nació tu corazón
y viajaste para verla,
pero encontraste un relato en tu interior.
un relato que leíste detenidamente y supiste que no
que no podías huir de ahí
que no sabías donde querías ir
que no querías salir
ni definir
aquello que sentías y tenías que decir.
Te callaste hondo
te callaste lejos
te callaste todo
te callaste mucho
te callaste por demás
y de repente
yo deje de escucharte.
Callaste tu boca
tus ojos
tu lengua
tu cuerpo…
y ya no tienes que decir.

Rebasa la miel de tu aura
chorrea tu cuerpo las falacias
pegajosas en inmunes a la verdad.
Ya no temas
algún día huirás
del silencio absoluto
que te da paz.
Mientras tanto callarás
como un puma a punto de asechar
una sumisa presa
que no puede escapar.

La vida nos enseña
la importancia del azar
dejando que las cosas sucedan
cuando tienen que pasar
No te apures
ni desesperes
el tiempo no te va a esperar,
y aunque sientas
que lo perdiste
todavía podes pensar…
que pensando no se pierde el tiempo…
Perderse en el tiempo es pensar.

Por Tebby Vargas.