MARTÍN FALCES: «FUE UN DESAFÍO AGOTADOR Y PLACENTERO»

Se estrena hoy "Lo que no se ve", mediometraje villamariense, a las 21 horas en Espacio INCAA.

‘’Lo que no se ve’’ es un mediometraje de cuarenta minutos que relata la historia de una pareja sumergida en el mundo del cine y el teatro. Este drama romántico estrena este miércoles 9 de octubre a las 21 horas en Espacio INCAA, en el Centro Cultural Leonardo Favio, con entrada libre y gratuita.

Entrevistamos a Martin Falces, productor y actor de la película quien, junto con la productora CP1019, de manera independiente apostaron a un proyecto ficcional más grande, el mediometraje ‘’Lo que no se ve’’.

Protagonizaste el mediometraje, ¿cómo lo viviste?

Bien, escribí el guion y también actuó, soy uno de la pareja de protagonistas. Fueron 12 días de rodaje, muy intensos con mucha gente trabajando en diferentes locaciones. Fue agotador, pero al mismo tiempo placentero porque fue un proyecto que había iniciado en el cual tuve la suerte de que mucha gente preparada me siguió y me ayudó, y terminó siendo lo que fue. Hice algo que por ahí no había hecho antes, aprendí mucho. Estaba acostumbrado a hacer un cine que es más de terror o género de suspenso, fue muy lindo.

¿Cómo describirías la película?

‘’Lo que no se ve’’ es un drama romántico, mediometraje que dura 40 minutos. El eje central es una pareja, él es productor de teatro y de cine, y ella es actriz de cine y de publicidad. Ellos están casados llevando una aparente vida feliz hasta que en la película se desarrollan cosas que hacen que se mueva la estantería. Trata sobre cuestiones de la pareja, celos, infidelidades, que se van atravesando en un mundo muy particular porque se mueven en ambientes de teatro y del cine.

¿Como fue la experiencia de producir y rodar en distintos lugares Villa María?

La verdad que este proyecto es una locura, esta producida junto con CePe1019 quien realiza este proyecto (para ver información sobre este proyecto y otros ingresar @CePe_1019). Si bien era una historia bastante simple, que trataba de la pareja y cosas cotidianas, quisimos darle un toque especial y diferente al meterlos en un mundo glamoroso y bastante espectacular. Así que utilizamos locaciones muy particulares de Villa María, como el Teatro Verdi, que por dentro es un lugar lujoso y muy lindo. Se ve muy bien en cámara, estamos contentos por esto.

También el Teatro Globo Rojo, muy lindo por dentro y le da al mediometraje esa atmósfera en la que se mueven los personajes. Fue un gran desafío porque trabajamos en locaciones en la que nunca antes se había trabajado en Villa María, que es una ciudad que esta muy acostumbrada a que se hicieran cortometrajes y proyectos fílmicos. Salió todo bien por suerte, un poco fue inconsciente porque hicimos todo esto y nunca nos pusimos pensar que nos iban a dejar filmar adentro del Teatro Verdi, en el rectorado de la Universidad. Es fruto del laburo de mucha gente, gente a la cual a estos lugares les fuimos a pedir permiso y ellos veían el laburo serio que había detrás de todo esto.

¿Cómo es trabajar de manera independiente?

Es complicado, por la parte económica, pero al mismo tiempo eso ayuda a que explotes mucho más tu creatividad y salen cosas que quizás no saldrían de otra manera. También tiene que ver con que en este proyecto están involucrados entre actores, técnicos y actrices, entre treinta y cuarenta personas. Creo que un poco lo que mueve es la pasión que tienen esas personas, si no fuese por eso, por que cada persona, lo poquito o mucho que hace, lo hace con pasión. Eso lo que mueve un poco al hacer cine independiente.

El presupuesto que manejamos era el sueldo de cada uno de nuestros trabajos, y la buena voluntad de las locaciones que nos la cedían de buena voluntad y sin nada de por medio. Por ejemplo, estuvimos en el Hotel Leparc, donde nos prestó la suite presidencial tres días para filmar, si hubiésemos tenido que pagar la suite presidencial para filmar hubiese sido prácticamente imposible. Tiene que ver con eso, la pasión de cada uno que trabajamos en esto y la gente que nos ayudó mucho colaborándonos.

¿Cuál el desafío más grande de producir ‘’Lo que no se ve’’? 

Fueron doce días de rodaje, donde muchos de esos días fueron días largos, más de siete u ocho horas de rodaje. ‘’Lo que no se ve’’ nació de CP1019, de Camila Reale (productora y rol protagónico) y de mí, de las cuales las otras cuarenta personas fueron invitadas y se sumaron al proyecto. El desafío más grande fue hacer que todas esas personas nos acompañaran durante esos doce días de rodaje, porque lo que suele suceder en un proyecto de este tipo la gente se cansa, se baja o renuncia. Muchas veces hasta peligra un proyecto porque cada persona en su rol en su área es importante. Ese fue el desafío embarcarse en un proyecto a largo plazo, que la gente acompañara y los que lo hacían estuviesen ahí presentes.

¿Qué los llevo elegir la banda local Harén como banda sonora?

Nosotros filmamos todo el proyecto sin música en mente, no lo hicimos en base a cierta música. Fue lo último que lo elegimos. Creo que Harén tiene ese concepto de rock crudo y sensual, y eso iba de la mano con la película porque la pareja protagonista, si bien hay momentos en los cuales se llevan mal entre ellos, creo que uno de los puntos altos de la pareja es su vida sexual y lo bien que se llevan puertas adentro. Harén tiene ese rock que es crudo y muy sensual al mismo tiempo, suena muy bien y nos gustó el tema que elegimos. Y nos dijeron que sí, también los chicos de Harén unos grosos totales. Fuimos a ellos, les preguntamos si se podía e instantáneamente dijeron que sí.

Nota por: Anto Ojeda Volk.

Foto por Florencia Garello.