FLY FLY CAROLINE: «NUESTRO SHOW ES UN VIAJE SENSORIAL»

Hablamos con la cantante del grupo cordobés que este finde se presenta en Villa María. Por Roque Guzmán.

Madre Selva se está convirtiendo en uno de los espacio de grandes propuestas musicales de la noche villamariense. De hecho, este Viernes Jaguar desde las 23:30 horas en Porfirio Seppey 655, se presentará la banda de Córdoba capital Fly Fly Caroline junto a los locales Hombre Montaña mirando la Luna.

Tuvimos la posibilidad de hablar con Carolina Merlo, la vocalista y compositora del grupo cordobés que invita a un viaje sensorial en cada uno de sus shows. La multi-instrumentista le pone voz, y música, a una propuesta que lleva sobre sus alas un álbum debut homónimo de 12 canciones etéreas, pero con raíces en lo ritual.

En esta visita a Villa María, el quinteto que se permite brindar una exquisita mezcla de pop, rock e indie, estrena formación. Hablamos de los cambios, lo que se mantiene y el prometedor futuro de la banda.

Entrevista

¿Qué es lo que van a presentar en esta visita a Villa María?
Sobre todo traemos algo totalmente novedoso para nosotros, una nueva bajista. Esta es nuestra primera fecha oficial con cambio de formación. Hoy estamos ensayando con Andrea Juárez, una gran bajista. Para nosotros es super loco porque por primera vez en siete años tocamos con una bajista diferente. Básicamente la estamos presentando a ella. Para ser más específica, nosotros estamos en un periodo de transición de la banda, desde el disco viejo a unas nuevas cosas que estamos tocando. Entonces va a ser una fecha muy ecléctica, vamos a mostrar algo que no lo han escuchado nunca: una mezcla del sonido viejo, con algunas canciones nuevas y otras canciones super viejas que las volvemos a hacer, las volvimos a traer a la vida con este nuevo concepto.

Con estos cambios, ¿cuál es la esencia de la banda, aquello que se sigue manteniendo a través del tiempo?
Los que nos fueron a ver alguna vez y los que nos vayan a ver ahora, van a ver una banda con más experiencia quizás. Pero con ciertas cosas intactas, como este plan de “lo ritual”, como un momento para elevarse, para cambiar el punto de encaje, el punto de conciencia. Eso es lo que hacemos cuando tocamos. La esencia de la banda es sonar para entrar en otro estado de conciencia y poder compartir desde ahí un viaje sonoro, sensorial y emocional. Porque no nos olvidemos que además de la música que describimos mucho a través de lo sonoro, tenemos letras que tratan de tirar una onda como un puntito de luz. Un “todos somos iguales”, o “a todos nos pasan las mismas cosas”; que creemos, invita a reflexionar un poquito y de repente nuestro show termina siendo algo más que un show de música. Termina siendo una experiencia más humana, esa es nuestra propuesta.

Ustedes configuran una banda muy visual. En ese sentido, ¿cómo trabajan en sus videos para unir la música con lo visual?
Para serte totalmente honesta, tenemos muchísimas más ideas de las que podemos llevar a cabo. Realmente, muchas ideas y propuestas visuales que en estos últimos años se ha complicado llevar a la producción por una cuestión de presupuesto. Todos sabemos cómo es en Argentina para producir cosas de calidad cuando uno tiene “ideas caras” quizás. Sabemos que hay muchas formas de hacer las cosas pero lo que se nos ocurre requiere ciertos elementos que no hay. Lo que hemos tratado de hacer últimamente es que haya un registro nuestro en las redes para que la gente pueda ver cómo es la banda por dentro. El año pasado hicimos una serie de videos que se llamaron “Las cosas que pasan”. Mostraban cosas de nuestro día a día, del estudio, de backstage. Nos estuvimos dedicando un poquito más a esa cuestión documental. Esperemos que este año salga un nuevo videoclip. Estamos ávidos de conectar con nuevas personas, siempre atentos a las propuestas de quienes están trabajando y cómo podemos hacer para juntar fuerzas y hacer algo.

¿Y te parece que esta manera de trabajar “codo a codo” es la manera de seguir difundiendo?
En este momento es fundamental. Es lo que hace que mucha música pueda seguir existiendo y conociéndose. En este momento sobre todo, unir fuerzas independientes es super importante. Para nosotros vendría a ser que no hay otra forma. Por ahora apostamos a esa clase de difusión independiente y vamos tejiendo la red entre todos.

Esto de “lo ritual” de los shows de Fly Fly Caroline, ¿te parece que se puede trasladar a experiencias virtuales por medio de la tecnología?
Pienso que es muy difícil. Las redes nos sirven para comunicar dónde vamos a estar, pero la magia se da cuando la gente está ahí y nosotros estamos con ellos. Tiene su cuota especial el compartir el mismo lugar, tiempo y espacio. Esa energía si no la sentís no se puede explicar. No se puede trasladar a lo virtual.

Caro, ¿con qué se va a encontrar el público este viernes?
La gente se encuentra con cinco seres super sensibles que se prenden fuego en el escenario, que lo van a dar todo. Es un viaje sensorial.

En este año tan complejo económicamente a nivel país, ¿cuáles son los próximos pasos de la banda?
Eso es super importante a la hora de ver qué va a hacer una banda, porque vivimos en la misma sociedad y se pone casi imposible. Los planes incluyen un nuevo viaje. Nosotros acabamos de venir de un viaje de México. Voy a estar en Europa en junio y en julio en Canadá; y ojalá que salga una gira por Canadá con la banda. El fin de semana que bien vamos a estar en Buenos Aires. Luego, en la primavera vamos a estar terminando nuestro segundo material o tratando de ponerle fichas a eso y después, probablemente nos vayamos nuevamente de viaje. Sacar nuevo material es algo importante para este año.

Si lo que dice el arte de Fly Fly Caroline en la canción “Las Ruinas” es cierto, quizás las vidas pasadas nos escolten mientras el amanecer y la calma del mar nos conmueve al presenciar el show. Lo que es seguro, es que la banda conmueve, en un ritual en el que la experiencia de lo tangible -arraigado al suelo- y lo etéreo –de vuelos casi astral- se funden por medio de la música.

Nota por Roque Guzmán.

foto: Rocío Yocabone.