«F5» FOTO/ESCUELA: UNA TAREA MAYOR

Juan José Oddino escribe sobre la experiencia de llevar adelante la Escuela de Fotografía "f5" de Villa María.

Hace 10 años, un lunes 4 de Febrero, se cristalizaba el sueño de un pequeño grupo de fotógrafos y docentes de nuestra ciudad: comenzábamos a matricular estudiantes para lo que luego sería la Tecnicatura Superior en Fotografía Digital. Una propuesta que también dio crédito y sumó para que Villa María sea declarada hoy “Ciudad del Conocimiento”.

Ardua, dura, difícil, bella y apasionada, todo al mismo tiempo, es la tarea de fundar una escuela y crear su primera carrera con título oficial. Quienes han recorrido ese camino lo saben. Es necesario perseverar y no bajar nunca los brazos ante las reglas de juego, poco claras y obsoletas por donde se las mire, que propone el caduco sistema educativo que sostiene obstinadamente nuestro estado.

Fundar una escuela es una tarea mayor, de esas que no permiten especular con resultados o consecuencias, y prometen un mar de satisfacciones espirituales, junto a muy pocas de orden material. Es una tarea que pone la pasión a flor de piel, y de la que vale la pena contar la historia a algunos años de distancia en cálidas reuniones de amigos y colegas.

Así, llenos de expectativas, con la visión de que en la sociedad actual, la imagen digital en sus distintos usos y aplicaciones, se presentaba como uno de los campos de mayor desarrollo, con profunda incidencia en el ámbito laboral profesional, así como en el campo de la cultura y las artes visuales, decidimos asumir el gran desafío: crear una nueva Institución educativa de nivel superior adscripta a la enseñanza oficial. Así nació F5 Foto/Escuela.

Hoy es una de las poquísimas escuelas del país que forma Técnicos Superiores en Fotografía Digital con título oficial. Hay 2 en la ciudad de Córdoba, 1 en Rosario y el resto en Buenos Aires.  Además de numerosos estudiantes de la región, han pasado por las aulas de F5 otros tantos provenientes del sur del país (P. Madryn, Bariloche, Aluminé, entre otros); de otras provincias como San Luis; y también del exterior. Un sano orgullo.

Soñamos con una escuela inclusiva, moderna, que fuera caja de resonancia de un sinnúmero de actividades relacionadas y conectadas a nuestro objeto central: cursos, talleres, seminarios, mesas de debate, becas, intercambios y pasantías laborales para estudiantes y profesores, concursos y muestras fotográficas, proyectos asociados a Instituciones Públicas y/o Privadas, una biblioteca, y tantas otras ideas que fueron surgiendo sobre la marcha.

Muchos de estos objetivos fueron logrados, y al ritmo del desarrollo y crecimiento institucional se fue gestando un equipo de trabajo de “alta gama”, la gran mayoría procedente del medio local. Generamos muchísimas actividades que fueron dando identidad, reconocimiento y prestigio a la escuela. Podemos decir con alegría que una gran cantidad de estudiantes hoy trabajan en una bella profesión como es la fotografía, o en actividades conexas a la imagen digital como el diseño gráfico u otras, como resultado de haberse formado en nuestra escuela, ya sea en la Tecnicatura o en nuestros cursos y talleres de capacitación.

Pero hoy ese fantástico sueño parece estar en entredicho.

Aunque sabemos que los sueños no mueren nunca, que una vez soñados no hay forma de detenerlos, también aprendimos que a veces suelen demorarse un poco.

En nuestro caso, concretamente se trata de la sostenida e inexplicable negativa del Gobierno provincia -representado por su Ministro de Educación- a entregar los aportes correspondientes al pago de los sueldos de la Planta Funcional de nuestro instituto.

“El otorgamiento del aporte estatal está sujeto a la disponibilidad presupuestaria, conforme lo prescribe el art. 2º del decreto… “ reza la reglamentación de la ley que rige la educación.

Todo parecido a la paradoja histórica argentina es mera casualidad. Esta ley, como tantas otras, ofrece absoluta discrecionalidad a quien ejerce el poder. Basta mirar de soslayo nuestra historia para encontrar numerosos ejemplos.

Entonces, las preguntas surgen por sí solas.

Cómo y con qué criterio y fundamento se distribuye el presupuesto para la educación?

Es imposible destinar una pequeño monto para financiar una carrera como la nuestra, aprobada en todas sus instancias?; rige un criterio ideológico antes que un criterio de Estado en el Ministerio de Educación para decidir el otorgamiento de aportes?

Si el Gobierno desprecia la gestión privada en educación, porqué aprueba la creación de institutos y carreras de ese tipo?

Córdoba será una mejor provincia dejando caer una carrera en pleno funcionamiento?

Será mejor provincia si más de 50 estudiantes se quedan sin carrera y sus docentes sin sueldos?

Algún cordobés dejará de comer, curarse o tener vivienda por financiar una carrera que genera inmediata salida laboral?

Serían muchas más las preguntas, y sería fantástico poder debatir estos aspectos públicamente. Pero no existe esa posibilidad. La discrecionalidad que otorga el poder no genera la posibilidad de debatir.

Entendemos que es importante el sostenimiento de nuestra Escuela por varios motivos, a saber:

– Es la única Escuela íntegramente dedicada a la imagen digital en una amplia región que tiene a nuestra ciudad por cabecera.

– En nuestra propuesta educativa existen, además de la Tecnicatura en Fotografía Digital (suspendida por el momento), una importante variedad de Cursos y Talleres  que ofrecen una amplia capacitación y rápida salida laboral en actividades que demandan cada vez mayor cantidad de profesionales.

– Ya son muchísimos los jóvenes que muestran orgullosos sus títulos oficiales y certificados extendidos por nuestra institución. Y quedan muchos estudiantes que están a punto de lograrlo, cursando o aprobando materias. Es por todos ellos que vale hacer el esfuerzo.

– La Escuela, funcionando con los recursos económicos adecuados, puede proveer 11 o 12 puestos de trabajo regulares, e incluso aumentar esta cifra.

– Hemos desarrollado (y todavía están activos) programas de intercambios nacionales e internacionales (que alcanzan a estudiantes y profesores) con Instituciones en las que se dictan carreras similares a la nuestra.

– La presencia de la Escuela genera una rápida salida laboral para muchísimos jóvenes.

– Mantenemos una permanente colaboración e interacción desarrollando proyectos de carácter social con Instituciones públicas y privadas de nuestro medio.

Estamos dispuestos a continuar, los sueños no prescriben. Mientras aguardamos por la llegada de los aportes del Ministerio de Educación, seguimos adelante y mantenemos abiertas las puertas de F5 para toda la comunidad, ofreciendo nuestros cursos y talleres.

Por Juan Jóse Oddino.

Fuente: Cátedra Libre.