«ESTA PELÍCULA LLEVÓ CINCO AÑOS Y MUCHO APRENDIZAJE»

Hablamos con Mónica Lairana, directora de "La Cama" que se proyecta mañana en el Espacio INCAA.

Este fin de semana se proyectará el film La Cama en Espacio INCAA de Villa María (Gdor. Sabattini 200). Las citas para la película son dos: viernes 19 y domingo 21 de abril a las a las 21.30 horas.

Como una continuación de la línea estética y narrativa de sus cortos premiados internacionalmente: Rosa (2010), María (2013) y Emilia (2014), el largometraje La Cama se adentra en la intimidad de una pareja que se está separando luego de transitar una vida juntos.

Dialogamos con la directora y ganadora del Premio a la Mejor Dirección Argentina por la Asociación Directores Argentinos Cinematográficos (DAC), Mónica Lairana. Nos contó sobre su manera de narrar, las temáticas abordadas en su ópera prima y la importancia de mostrar “los cuerpos reales” ocultados por el cine convencional.

¿Cómo fue trabajar un film sobre una pareja mayor que se está separando?
La verdad es que cuando me plantee hacer la película y abordar esas horas finales de una pareja, al principio no tenía tan claro que lo iba a contar a través de una pareja mayor. Fue algo que apareció en la mitad del proceso. En ese sentido siento que me sirvió para profundizar en el drama, porque es muchísimo más complejo separarse después de 40 años y un proyecto de vida, una familia, una casa e hijos; de lo que fue para mi caso en la vida real, después de 8 años y sin hijos.

Entonces, ¿cómo fue el tratamiento sobre esa situación?
En ese sentido siento que argumentalmente, desde la estructura dramática, me sirvió para profundizar ese drama pero en el fondo siento que emocionalmente es devastador el proceso de abandonar un vínculo amoroso en cualquier edad. En ese sentido, sólo se profundiza un poco el hecho de que ellos son grandes, y se puede fantasear con la cercanía con la muerte, con la soledad en esa etapa de la vida. Pero en algún punto siento que en cualquier edad puede ser devastador si el vínculo afectivo ha sido fuerte e importante en la vida de las personas. Traté de ser muy fiel a aquel sentimiento que experimenté cuando me separé. Aquellos momentos de confusión emocional y de crisis donde uno atraviesa un duelo.

¿Te parece que este tipo de temáticas están poco abordados en nuestro cine?
Por un lado he visto películas que abordan el tema de la separación, pero cuando tuve ganas de hacer la película también tuve ganas de ofrecer una mirada diferente. Que tiene que ver con mostrar la separación de una pareja que, a pesar del dolor y del conflicto que los lleva a tomar esa decisión, se separan de una manera amorosa. Quería mostrar una pareja que se separa sin perder en ningún momento su calidad humana, sin perder el respeto por el otro ni el cuidado por el otro. Quería mostrar una separación sin escenas de gritos, violencia y peleas; que es en general lo más habitual. Siento que mi película ofrece una mirada diferente. También hay una mirada sobre el sexo, en una edad en una edad donde habitualmente no se muestra la sexualidad de la gente mayor. El tratamiento que tienen esas escenas buscaba reflejar una mirada muy austera, muy natural y nada impostada. Creo que de esa manera no he visto muchas películas que lo hayan abordado de esta manera.

En cuanto a eso diferente de tu trabajo, ¿crees que la cuestión de una corporeidad más real ocupa un lugar particular?
Otra particularidad es el tema de “los cuerpos” que ha sido una consecuente en todo lo que vengo filmando como realizadora porque me interesa mostrar cuerpos reales, desnudos reales, de gente mayor. Y eso tiene que ver con que siento que de alguna manera esos cuerpos son negados a nuestra vista. El cine los oculta y culturalmente nos hacen creer que un cuerpo adulto, cuando empieza a mostrar el paso del tiempo, deja de ser bello; y uno debiera empezar a taparlos. Como esa es una idea que no comparto, al contrario la peleo, me enoja y me parece muy incorrecta, trato de mostrar esos cuerpos. Mostrarlos con belleza, con respeto, como yo los  veo. Esa también es una particularidad de la película.

En tu carrera, te has desempeñado en el rol de actriz, pero también como realizadora con tus cortos “Rosa” y (2013). ¿Cómo fue estar del otro lado, pero en este proyecto tan ambicioso?
Fue mucho trabajo, fueron 5 años el proceso total. Fue muchísimo aprendizaje para mí. Es una película en donde tomé la decisión de ser parte de la producción de la película. Entonces fue un aprendizaje desde todo punto de vista. Desde lo artístico, lo específico de la dirección; en lo humano, porque trabajar con un equipo implica también un gran aprendizaje de lo que es trabajar en equipo. Y fue un desafío muy grande por el tipo de propuesta y las decisiones que tomé. Desde un principio supe que es estaba haciendo una película arriesgada, escapando de un cine más convencional; defendiendo un ritmo, un tiempo y un tono que quería para la película. Todo eso fue un aprendizaje muy grande.

Mónica, ¿cómo fue el trabajo con los actores en este film tan intimista?
Fue muy lindo el trabajo que tuve con los actores. Si bien yo había hecho cortos y trabajado con actores, al ser un largometraje el proceso de abordar los personajes fue más largo y más complejo. Los actores, Sandra Sandrini y Alejo Mango, quienes afortunadamente han sido nominados como mejor actriz y mejor actor protagonista a los Cóndor de Plata para este año, me han brindado con una generosidad su cuerpo, su alma y su trabajo. Hicimos una etapa de ensayos previo a la película que fue la base fundamental para lograr esa intimidad y esa confianza que nosotros necesitábamos a la hora del rodaje.

Fue mucho trabajo todos estos años pero las satisfacciones también son grandes. Hablo de esos momentitos donde me encuentro con el público que se acerca, me dice algo, se queda a la charla después de las funciones. Eso es lo más importante siempre. Uno hace las películas para comunicar algo, para comunicarse con los demás y cuando eso sucede siento que todo el esfuerzo fue valioso y estuvo bien.

En cuanto al tratamiento, ¿crees que tu trabajo en la película se orientó a lo esencial, sin sobrecargar con recursos extra?
De alguna manera, tengo una inclinación natural hacia ese tipo de cine. Es una mezcla de algo intuitivo con algo que no puedo pivotear hacia otro lado. Ya las primeras imágenes de la película tenían esa calidad de tratamiento, esa austeridad, esa esencia. No hacer una película basada en la destreza de la cámara, sino más bien como mis cortos. Una película sin estridencias donde no hay nada donde no hay nada que se subraya, ni el arte, ni la fotografía. Todo llevado al mínimo. Poniendo en la película pequeños diálogos, no llenarla de información. Hay algo de buscar la esencia, sobretodo la esencia de los cuerpos. Que los cuerpos sean los que narren y nos hagan atravesar la historia y a través de los cuales entendamos qué les pasa a los personajes. Hay algo de ir a lo mínimo, a la esencia de los recursos cinematográficos que me interesa y me da ganas de volver a experimentar y profundizar. Siento que esta película es una continuación de aquellos recursos que empecé experimentando en los cortos.

¿Cómo sigue la carrera de “La Cama”?
Estamos estrenando en muchísimas ciudades de Brasil. Estoy absolutamente feliz de poder acompañar la película. Probablemente estrenemos en Uruguay dentro de muy poco y hay un par de festivales que estamos expectantes donde parece que la película se va a mostrar. Todavía me faltan algunas provincias argentinas para estrenar. Hice un cronograma de estrenos escalonado para poder acompañar la película. Mostrarla donde más se pueda y llevarla donde más lejos se la pueda llevar. Ese es el plan y por lo que vamos a seguir trabajando.

Desde Brasil, la realizadora nos permitió conocer un poco más sobre su propuesta audiovisual y sobre su mirada acerca del séptimo arte. Es importante destacar que en la próxima edición de los Premios Cóndor de Plata, “La cama” competirá por el galardón de Mejor Ópera Prima con, entre otros films, “El silencio es un cuerpo que cae”, de la cordobesa Agustina Comedi. Gracias a la gestión de Espacio INCAA Villa María se pudo disfrutar en su momento de este excelente documental y la presencia de su directora.

Por otra parte, los dos protagonistas de “La cama”, Sandra Sandrini y Alejo Mango, están nominados por sus actuaciones protagónicas. Habrá que esperar hasta junio para conocer a los ganadores, cuando se lleve adelante la 67° edición de la entrega de premios.

Nota por Roque Guzmán.