4X4: ENCIERRO Y VENGANZA EN PRIMERA PERSONA

Estuvimos en el Espacio INCAA para ver y reseñar la película de Mariano Cohn. Por Victoria Borghello.

El Espacio INCAA de Villa María, ubicado en el Centro Cultural Comunitario Leonardo Favio, presenta en este mes de mayo propuestas de cine nacional, tanto ficción como documentales.  El domingo (19) asistimos a ver la tan publicitada 4×4 y realizamos una reseña reconociendo principalmente el concepto que fluye a través de los 90 minutos de la duración cinematográfica.

La película estrenada comercialmente en abril, para ser más exactos el 4/4, arranca con una frase y una secuencia de montaje que serán las claves para entenderla y coincidir o diferir de la postura del autor.

*Nos referimos a que el film, está dedicado al hermano del director quien tuvo un final trágico por un caso de mala praxis. Alejandro de 35 años era insulinodependiente y sufrió un desvanecimiento en la vía pública y al ser trasladado al hospital Melchor Posse de San Isidro, no recibió a tiempo la atención medica necesaria. Cuando la ayuda llegó ya era tarde, había fallecido de hipoxia (estado de deficiencia de oxígeno en la sangre). Desde entonces el director no ha dejado de buscar justicia, exponiendo el caso en los medios nacionales, creando una página para recibir denuncias similares y realizando la denuncia penal correspondiente. En una entrevista para La Nación Más dijo: “Estuve aguantando la necesidad de ir a buscar a estos tipos y agarrarlos del ‘cogote’… lo evité porque creo en las soluciones civilizadas”.

En ese tiempo, la dupla Cohn-Duprat estaba estrenando El ciudadano ilustre (con Jorge Martínez), fue entonces cuando haciendo zapping encontraron la noticia que daría origen a esta historia: En la ciudad de Córdoba en el año 2016, un ladrón se subió una lujosa camioneta estacionada y al intentar salir se activó un dispositivo de cierre que lo “encarceló” impidiendo su huida. Finalmente, la policía es alertada y aprehenden al asaltante.

Backstage de la pelicula: https://telefe.com/cine/estrenos/mira-el-backstage-de-4×4/

*Las primeras imágenes que vemos contextualizan la temática sobre la que se va a desarrollar la narrativa, son planos estáticos de elementos que la sociedad utiliza para resguardar sus bienes, y hasta la propia vida. Una sucesión de planos de distintos dispositivos tales como alarmas, rejas, cámaras, domos y hasta vidrios puntiagudos, son los elementos que dan comienzo a esta obra. Lo que sigue es la tortura que sufre Ciro (Peter Lanzani) al quedarse encerrado en esa jaula blindada, polarizada e insonorizada. Traducido sería, nadie lo puede ver, escuchar o ayudar desde el exterior. El poder de hacerlo, lo tiene únicamente su dueño, el obstetra Enrique Ferreira interpretado por Dady Brieva, quien cansado de los asaltos que sufrió, decide llevar a cabo un acto único de justicia (por mano propia).

El film transcurre casi completamente dentro de la “Predator”, lo que nos hace acompañar al asaltante en todos sus días de encierro. Se encuentra completamente aislado del mundo, deshidratado, sin alimento, sólo. Su única comunicación con el exterior la recibe cada vez que Ferreira lo llama a través de la computadora a bordo del vehículo. La tensión crece en cada respiración, toma a toma, momento a momento.

Queremos gritar:  ¡ABRANNNN!, o ¡GUARDIASS!, al mejor estilo Diego Torres, pero aquello se extiende hasta que el médico lo decide.  Sí, la peli es dura, violenta, en partes desgarradoramente humana. Ciro, es complejo, es de Boca, resentido, tiene un profundo amor a su hijo, fuma marihuana, y por sobre todo tiene un abultado prontuario y una profesión heredada. Un destino marcado por la criminalidad aprehendida.

Sin embargo, la película no solo es eso, no acaba con el calvario que atraviesa el delincuente. Sino que es la interpelación directa de los principios de vida de cada espectador, es colocar a cada espectador dentro de la trama y que responda a la pregunta: «y vos, ¿de qué lado estás?«.

Quizás, al salir de la sala lamentes como se resuelve la historia, tal vez mires las caras del resto buscando algún tipo de reacción para contrastarla con la tuya. Lo cierto es que, el autor pone en primera plana la fantasía propia de acabar de alguna manera con la injusticia.

*Finalmente, hacemos referencia a la escena post-créditos, que algunos opinarán que es un extra innecesario. Que si esa secuencia no estuviera terminaríamos de armar nuestro propio juicio sobre cada uno de los personajes, grillo incluido, en cambio, vemos el desenlace total de la situación, la voz de los medios y principalmente la voz del autor que no deja de ser ese narrador oculto con un fuerte sentido y necesidad de que las autoridades hagan algo contra quienes atentan contra la sociedad. Y a pesar de que nuestra mente nos exija tomar partido por los “buenos” o por los “malos”, dar una respuesta políticamente correcta es todo un dilema.

-Próxima reseña: La guarida del lobo.

Por María Victoria Borghello.