EDU SCHMIDT:»VIAJAMOS EN UN AUTITO POR TODO EL PAÍS»

El ex integrante de Árbol se presentará en Villa María y estuvimos hablando con él sobre su actualidad musical.

Este miércoles 28 de febrero Edu Schmidt , ex integrante de Árbol, visitará Villa María con la banda de su proyecto solista para presentar su último disco titulado Loco! (2017). El lugar de la cita será en Polaroid Club y estará acompañado por Fausto y Los Reos a partir de la medianoche.

Luego de su alejamiento de Árbol, en 2006, Edu Schmidt siguió componiendo canciones que dieron como resultado tres trabajos discográficos: El silencio es salud (2009), Chocho (2013) y Loco! (2017). En esta nueva etapa, su marca registrada compositiva, que llevó a Árbol a ser una de las mejores bandas del país, se encuentra presente e incluso potenciada: rock y pop mezclado con violines, charangos, sitar y más instrumentos poco convencionales para el género, con melodías que pueden subir y bajar en cuestión de segundos y cambiar de velocidad de cero a cien y de cien a cero sin perder un gramo de la naturalidad, la simpleza y la alegría que lo caracteriza.

En esta ocasión llega a nuestra ciudad en formato banda, con la cual se encuentra realizando una gira que lo llevará hasta el norte de nuestro país.

Tuvimos la oportunidad de hablar con él sobre su carrera solista, su último disco, su canción dedicada a Cemento, su distanciamiento de Árbol y la posibilidad de la vuelta, entre muchas otras cosas más.

Entrevista a Edu Schmidt.

Grabaste Loco! en dos días seguidos, enseñándole los temas a la banda dos días antes ¿Por qué decidiste así, buscabas espontaneidad en el sonido?
La idea era recuperar un poco la energía de cuando uno era pibe, la adrenalina y eso de no saber qué va a pasar, de cuando uno dice “bueno tengo una banda, qué vamos a hacer, qué canciones voy a hacer…”

Yo ya tenía las canciones y decidí que pase eso un poco en la instrumentación, no fue una decisión muy pensada ni nada, dije bueno hagamos esto, lo probamos y funcionó. Todo lo que es banda de rock, digamos, lo hicimos así, no es que fue algo rápido porque fueron dos días muy intensos y nos metimos a grabar, que también tuvo su intensidad.

Después con esas bases, bien fuertes y primitivas si se quiere, yo me la pasé varios meses grabandole arriba violincitos, charangos y mis instrumentos así medios raros que siempre tengo. Al mismo tiempo también mandé los audios al interior, entonces una guitarrista cordobesa grabó algunas cosas, tecladistas de Mendoza, fueron mandando de diferentes lugares cosas y sumado a eso también amigos que me iba cruzando y que grababan algo.

Y bueno, así se fue haciendo el disco, que lleva su tiempo, pero la primera grabada sí, fue impulsiva, grabamos en vivo, guitarra, bajo y batería de base.

¿Cómo ves el avance de tu carrera solista, con tres discos independientes en tu haber?
De los tres discos que hice, el primero siento que fue el más “mío”, componiendo todo yo un montón de canciones. Armé una banda, me tomé unos meses para ensayar y fue grabado muy de banda digamos. El segundo lo compuse con “Balde” (Marcelo) Spósito, ex bajista  y compositor de Kapanga, y el proceso de la composición fue distinto porque escribimos mucho en su casa y el vive cerca del mar así que muchas canciones salían con una guitarra en la playa.

Después pasé a tener la base bien ensayada con la banda y probar metiendo cosas como un corno inglés, un sitar, lo que se me iba ocurriendo, con mucha prueba y error.

Y para este tercer disco (Loco!) a las canciones algunas las hice yo y otras las hicimos en pareja con otro músico. Aparecen algunos invitados como Jorge Serrano, Seba (Teysera) de La Vela Puerca, y se exacerbó mucho más esto de los instrumentos raros que te decía y con la banda fue “bueno muchachos tengo estas canciones, las partes son éstas, un, dos, tres, cuat”.

¿Sobre qué te gusta que hablen tus canciones?
La letra para mí es lo más importante de la canción, y para empezar por lo menos me tiene que gustar a mí y tengo que sentir que está redonda. En las temáticas trato de variar, pero hay muchas que hablan más o menos de lo mismo, de obsesiones mías, como pasa con todos los que escriben, también de esto de tener que hacerse desde debajo de nuevo y de la fuerza que uno saca no sé de donde para seguir, digamos como «resistiendo en la tormenta».

Después también un poco de lo que escribimos todos, canciones de amor, de cuestiones sociales que nos despiertan algo, pero estos tres discos son muy personales y de hablo de cosas que de alguna manera necesitaba sacar para afuera.

En Loco! hay un tango que le dedicas a Cemento ¿Tenés muchos recuerdo ahí?
Sí, yo quería hacer un tango y hace un año hubo bastantes homenajes a Cemento porque se cumplían 30 años de su inauguración y bueno ahí me emocioné mucho y me di cuenta de que la nostalgia del tanguero, un poco yo la tenía sin darme cuenta con Cemento y con lugares a los que iba de chico.Viajaba dos horas para llegar y dos horas para volver, y cosas que uno de grande ya va perdiendo.

Ese fue un poco el disparador, también una película que ahora está girando por todos lados y un libro en el que me hicieron una entrevista que me despertó eso. Cada canción tiene su disparador, en el disco también hay una que salió de una frase que escuché de Fidel Castro, que habla de pelearla, él la dijo porque estaba por hacer la revolución en Cuba y yo porque salgo con la guitarra y a los que estén los tengo que conmover. Hay otra que se llama Navidad y habla de mi familia que emigró y cuenta como se vive teniendo a la familia lejos, bueno hay un poco de todo en el disco.

¿A Villa María venís con el formato banda o con tu «set-solo»?
A Villa María vamos con la banda, es un miércoles, un día raro para tocar pero bueno, es una gira que llegamos hasta el norte y tenía un lindo recuerdo de cuando fui a Polaroid hace varios años con mi set solo. Por el interior toco mucho solo porque es un gran gasto ir con la banda, por eso esta es una buena oportunidad para escucharnos con la banda completa que la rompe, y como andamos en un autito para todos lados no quería perder la oportunidad de pasar por Villa María en este formato.

Manejas tu proyecto de manera completamente independiente, ¿Sos tu propio manager?
Por lo general siempre armo todo yo, pero ahora hace unos meses tengo a Diego que es como mi manager, arma fechas y me da una mano con eso que es un lío, imagínate hora tengo como doce fechas en marzo y todo de manera independiente. Además, un poco las fechas van pagando todo lo que implica el estar moviéndose y que yo tenga mi billete para vivir, es bastante complejo pero es lo que hago: toco, toco, toco, toco, todo el tiempo.

¿Qué es lo que más te gusta de ser músico y que es lo que menos te gusta?
Con la parte linda de ser músico me voy amigando con los años, cuando empecé tenía como un amor que uno no entiende de donde viene, como cuando te gusta mucho una chica y no sabés muy bien porqué, porque no hay una cosa objetiva, te gusta y punto. Entonces al principio me gustaba mucho tener un proyecto, llevarlo adelante, que le vaya bien, haciendo canciones, porque en un momento no sabía si dedicarme a escribir o hacer canciones y terminé dedicándome a lo segundo. Siempre fui músico pero no fue nada muy pensado.

Pero me pasaba que no disfrutaba del todo, por ejemplo había ido cinco veces a misiones y no conocía las cataratas, entonces hice un show en Puerto Iguazú y casi como una obligación fui a conocer las cataratas. Tengo una relación bastante ambigua con mi profesión, pero la paso bien arriba del escenario y la gente también, entonces eso es lo que me mantiene, digamos que es una relación compleja.

Ahora estoy justo leyendo un libro que salió del tenista Andre Agassi y encuentro bastantes coincidencias, de una profesión en la que te encontrás y agarras las partes lindas y divertidas y por eso seguís. A mí hacer canciones me gusta y tocarlas en vivo me encanta, todo lo que está en el medio la verdad que mucho no pero bueno lo hago, porque es el medio.

¿Algo de eso que contás tuvo que ver con un alejamiento de Árbol?
Un poco si y un poco no porque con Arbol hasta cuando eramos muy grandes trabajábamos como si fuéramos una banda independiente, en eso yo siempre fui de sostener algunas cuestiones, seguíamos haciendo cosas a beneficio y yendo a tocar a lugares donde económicamente por ahí no nos rendía pero era una ciudad que queríamos ir y así. Lo que pasa que con una estructura mucho más grande.

Lo de Arbol fue más complejo, fue una serie de cuestiones personales, artísticas, de todo tipo. Sí algo de eso que mencioné antes había en el sentido de que las cosas lindas y las cosas feas se convertían en algo muy grande, tenés una compañía discográfica atrás, mucha gente que va tus shows, no es que decís “voy a probar esto” de manera tan sencilla porque hay 20 mil personas adelante.

Desde lo artístico yo sentía que estaba necesitando otra cosa, es muy complejo estar en una banda, todo había que consensuarlo y a mí en un momento se me hizo enorme y sentía que incluso mi salud estaba en peligro. De hecho era un poco así porque estaba todo el día con eso, yo estaba a cargo de todo y bueno se hizo todo muy complicado.

En los últimos años se vivió la vuelta a los escenarios de muchas bandas nacionales e internacionales ¿Te ves volviendo con Árbol o la consideras una etapa cerrada?
Yo nunca cerré esa etapa, lo que pasa es que nunca sentí que fuera el momento mío, alguna vez hablamos con los pibes pero en ese momento no sentí que la propuesta me interesara demasiado, en realidad de los dos lados no terminó de haber una onda bien consensuada, pero si en algún momento se da se dará. No es algo que esté como prioridad en mi agenda, tengo como mil cosas y no es que esté pensando cuando me junto con Arbol, pero si en algún momento se da genial, si estamos todos contentos genial, pero solo en esas condiciones, no lo haría solo por ganar un billete, no creo en ese tipo de soluciones.

¿Con qué tipo de show se va a encontrar la gente que vaya a verte el miércoles en Polaroid Club?
El miércoles lo que van a ver y escuchar son canciones mías de los últimos diez años, canciones de Árbol, covers y demás. Voy con la banda que es un formato que no suele llegar a muchos lugares del interior y tiene esa fuerza particular. Van a ver un proyecto independiente que anda arriba de un autito por todo el país, tocando todo el tiempo, y a los que por ahí ni escuchaban específicamente Árbol les va a llamar la atención la cantidad de canciones que no conocían.

Por otra parte, por mi forma de componer, son canciones bastante inmediatas, no es que hay que escucharlas un montón de veces para descifrar algo, es un show que vas y escuchas canciones, donde la gente la pasa muy bien y participa. Es  un show muy interactivo con el público.

Ya que es un miércoles, un día raro donde nunca pasa nada, aprovechen y vayan, porque también las cosas para que sucedan necesitan de un público del otro lado que las disfrute.

Para cerrar, ¿Qué banda estás escuchando actualmente?
No estoy escuchando mucha música, escucho cuando manejo y cuando cocino y por lo general siempre escucho lo mismo. Casi siempre Bob Marley, por más que mi proyecto no es de reggae pero creo que Marley y Manu Chao es lo que más escucho porque me relaja, es lindo, me acompaña.

Y lo último que escuché así groso fue el último disco de El Mató, que lo gasté, me encantó, me encantó mal.