Agostina Arzeno estuvo en el espacio INCAA y entrevistó a protagonistas relacionados con los cortos.

El domingo 27 de Marzo, Espacio Incaa Villa María cerró la programación por el mes de las mujeres con dos proyecciones, el cortometraje “La Lionza”, dirigido por Andrés Brarda y el documental “Yo aborto, tu abortas, todxs callamos”, por Carolina Reynoso.

El corto La Lionza fue una producción que se realizó en 24 horas en el marco de la competencia “Diseño Filma 2015” de la Universidad Nacional de Villa María, consagrado como mejor guión y mejor producción, guionado y dirigido por Andrés Brarda, fotografía por Guadalupe García Gómez y el sonido por Milena Araya Llánez.

“La Lionza nos acerca a esa realidad, a esta realidad, la que tenemos bien cerquita. La Lionza es un granito de arena más que aporta a la inclusión, colocando al cine nuevamente en ese rol social en el que en una época supo ser”, señaló su director.

Dicho corto fue protagonizado por la activista trans feminista Fanny Andrea Bustos, en donde representa la vida precaria de una mujer trans, “fue una experiencia muy linda la que tuve con respecto al film, cuando me lo propusieron Andres Brarda con Guadalupe, la idea primero me pareció un poco loca, pero cuando vi de que se trataba dije ¡sí!, sí porque hay una parte de La Lionza que a mí me pasó, porque fui desterrada como quien dice de la sociedad a estar en esos lugares suburbios, todas esas cosas que no me llevaban a ningún camino. Pero me gustaría que esto sea un aliento de lucha a aquellas compañeras chicas trans que van a venir en el futuro, que están ya hoy, porque creo que no está todo perdido, más hoy con todas estas leyes de inclusión, yo creo que hay que aprovecharlas, sé que se puede, hay que formarse, hay que estudiar, hay que tener el apoyo de la familia, tener tu documento, tu identidad y luego abrirte al mundo y con la frente bien en alto, ir a buscar tu trabajo, tu estudio, emprender lo que sea con tu identidad y dejando de lado los estereotipos que sos la travesti, el travesti. Yo sé que nosotras no la pasamos muy bien en esta vida, pero las chicas trans del futuro y las que ya están no van a pasar por ese manoseo inmundo de la sociedad, porque en verdad éramos las olvidadas de la democracia nosotras y con estas leyes de inclusión social ahora estamos para ocupar el lugar que siempre tuvimos que ocupar”.

Por su parte, Andrés, el director relataba: “sin lugar a duda la ley de identidad de género fue un gran paso, pero está a la vista que todavía no existe una verdadera inclusión. ¿O a caso nos es habitual ver una persona trans detrás de un mostrador de una tienda, de secretaria en una oficina? Siguen siendo estigmatizadas, señaladas por no entrar en los estereotipos sociales que nos venden diariamente, solo porque tienen un cuerpo como desean y sienten, porque no son hipócritas, porque son auténticas. Eso sí, tratamos como señores y le damos cabida a esos sujetos que denigran y pagan miserias a los trabajadores, a los que maltratan a las mujeres, a los empresarios que siguen capitalizando, que destruyen nuestras tierras sacando nuestros árboles, contaminando nuestras aguas ¿A caso eso no es un crimen?”

Posteriormente con la participación de las militantes de “Las Juanas” se proyectó el documental “Yo aborto, tu abortas, todxs callamos”, dirigido por Carolina Reynoso, en donde mujeres de diferentes clases sociales, relatan su experiencia de interrupciones de embarazos en condiciones clandestinas, derribando los mitos en relación al aborto y problematizando la necesidad de una ley que garantice el acceso al aborto legal, seguro y gratuito.

Una militante de Las Juanas Villa María nos expresó: “el aborto clandestino es la principal causa de mortalidad materna en nuestro país, la criminalización del aborto y las barreras al acceso son violaciones a la obligación de respetar el derecho a la salud. Más de 600.000 mujeres al año deciden interrumpir su embarazo de manera clandestina, poniendo en riesgo su salud y hasta su vida y más de 100 mujeres mueren por año por abortos. En muchos casos se producen intervenciones en terribles condiciones sanitarias, se generan maltratos en los servicios de salud y por otro lado se transforma en un negocio millonario y clandestino que repercute en la calidad de salud y vida de las mujeres».

Luego concluyó diciendo que «Dejando la hipocresía de lado, tomando conciencia de la realidad de las mujeres argentinas, creemos que es posible pensar en vos, en mí, en ella, en todas y cada una sin señalar con el dedo; entendiendo que cada persona debe ser libre y respetada en sus decisiones: en la de asumir la maternidad o en decidir no hacerlo”.

Ma. Agostina Arzeno Gardella.