COLUMNA DE TANGO: HÉCTOR CÁNOVA, BANDONEONISTA

Repasamos la trayectoria de este gran bandoneonista de la mano de Dúo por la Vida.

Estimados lectores, un encuentro más, un artista más, un maravilloso camino para desandar, transitar y disfrutar, en este caso hemos conversado con el Maestro Héctor Cánova. Nacido en Tío Pujio, (donde vivió hasta los 14 años, cuando la familia se radicó en Villa María). Es, sin cuestionamiento de ningún tipo, uno de los bandoneones más destacados y ejemplares de nuestra querida ciudad.

Comenzó a estudiar el instrumento a los 12 años de edad, cuando su padre de oficio peluquero, (pero que a su vez le gustaba negociar intercambiando un producto, u horas de trabajo, por otros productos), llegó a la casa con un bandoneón, que se lo obsequió a su casi adolescente hijo Héctor; (época del furor por el Tango, y de la fama ganada por el bandoneón, Canova padre, no dudó un instante en conseguir un DOBLE A).

Sin dejar pasar tiempo alguno, comienza sus estudios con Juan Ángel Calderón, con quién se instruyó hasta los 16 años, en los estudios más completos en cuanto a bandoneón.  Descontado esta que ya a sus 13 años, Héctor Canova había formado un conjunto de dos bandoneones (el 2° bandoneón lo ejecutaba su hermano menor), guitarra y locutor.

Tal fue la intensidad del entrenamiento recibido en cuanto al bandoneón, que al finalizar la etapa de estudio, el propio Calderón se encargaba de ingresar a sus estudiantes, en orquestas grandes, donde pudieran poner en práctica todo lo aprendido, y además incorporar conocimiento en base a alternar, en la ejecución,  entre el 1°, 2°,3°, 4° o 5° bandoneón.

Fue tal el resultado de este entrenamiento, que el Maestro Cánova ya estaba actuando en la Orquesta de Sánchez Rodríguez, a los 18 años de edad.   Lamentablemente se interrumpió el maravilloso sendero que el Maestro estaba construyendo, por el servicio militar obligatorio.

Ya a la salida del servicio, ingresa a trabajar como bancario, y al mismo tiempo reanuda su labor en la destacada Orquesta Sánchez-Rodríguez, hasta el fallecimiento del director; lo que generó en el Maestro, dejar reposar por unos 10 12 años el instrumento.

A su regreso no solo volvió como bandoneonista, sino también como arreglador. Nos recordaba el maestro que antes, las partituras y los arreglos para orquesta venían ya impresos desde Buenos Aires, y entonces era muy accesible para estudiar obras nuevas. Ya con el paso del tiempo, y el desarme de las grandes orquestas, se dejaron de imprimir dichas partituras. Desde ya que esta circunstancia no atemorizó al Maestro, quien sin dudarlo, comenzó a desarrollarse en una tarea, a la cual encuentra fascinante;  escribiendo así, de puño y notas, sus propios arreglos orquestales.

Teniendo como referente mayor al Maestro Osvaldo Pugliese, y amando un sonido orquestal completo, supo tener un dúo con Cacho Jurado (piano y bandoneón), el trío “Tango trío” (piano-bandoneón-guitarra); con ésta última formación supieron acompañar infinidad de cantantes como Juan Carlo Mino, Antonio Gringa, Jorge Larué, Abel Córdoba, Carlos Cristal, entre otros.  Y por supuesto no podemos dejar de citar a “Simplemente Tango”.

Claro está que el talento del Maestro Canova traspasaría toda frontera, y es así que no solo integró la Orquesta Mundial de Tango de Granada, dirigida por Osvaldo Requena; que ha actuado, a su vez, en emblemáticas ciudades como Colón, Baradero, Cosquín, por citar algunas; sino que además con su propia Orquesta, fue invitado por más de 10 años consecutivos, a actuar y representar de esta manera a nuestra ciudad, en el prestigioso festival internacional de tango “Valparatango”, en Chile.

En este encuentro tan enriquecedor para nosotros, no podíamos dejar de hacer algunas preguntas, preguntas que solo Maestros como Canova pueden responder con tal profundidad.  Una de nuestras preguntas favoritas es ¿Qué es el silencio?, a la que el Maestro respondió sin pensar un instante: “Es muy importante el silencio… más que todo en la música… es saber esperar… escuchar al cantor…  (porque a mí me gusta por sobretodo acompañar cantores), debo saber interpretar cuando el cantor hace va a hacer un silencio… y además está el silencio cuando uno actúa… cuando estas ejecutando y escuchas que en la sala hay un silencio absoluto… eso de saber que te están escuchando… ahí… ahí es lo lindo… te aceptaron…” Y en cuestión preguntas, no podía dejar de preguntarle al Maestro, aquella inquietud que alguna vez nos manifestará Analía Rosso… ¿Qué es el ego?.  (Maestro Canova) “…el ego es creerse más de lo que uno es… tal vez un profesional lo pueda sentir… nosotros que somos de abajo y que hacemos lo que podemos, de la mejor manera que podemos… y con mucho cariño… no tenemos ego, me parece… no?…”

Sin lugar a duda un intérprete que resalta la enseñanza del Maestro Pugliese, quien sabía decir: “siempre que actuemos, fíjense en los pies de los bailarines.  Si estos no se pierden, es que vamos bien”;  que sabe diferenciar y a su vez conjugar de una manera exquisita la esencia de un obra y la impronta propia del ejecutante;  que no hay impedimento alguno que distraiga la voluntad y la atención a la hora de ensayar; son algunas de las cualidades que destacan a un Grande en su disciplina. Para nosotros un maravilloso momento de quien hemos aprendido mucho. Eternos gracias Maestro Héctor Canova!

Queridas y queridos lectores, deseando que hayan disfrutado de la esencia de un gran artista como lo es el Maestro Canova, los saludamos cordialmente y les deseamos los mejores augurios siempre.  Hasta la próxima!

 

Dúo por la vida