COLUMNA DE TANGO : ANALÍA ROSSO

Emiliano Kándico y Diego González, nos hablan sobre su gran amiga y colega, la cantante analía Rosso.

Estimados lectores, una semana más de compartir un diálogo de palabras y emociones, alegría de desandar la vida y obra de colegas y de emblemáticas figuras de nuestro tango. Esta semana hemos sentido la necesidad de contarles sobre la trayectoria de una artista que además de contar con la sensibilidad más pura al momento de “ser” arte; cuenta con los valores más honestos y nobles, que desembocaron en la actitud de un “pueblo” que supo encontrar los caminos para honrar a Analía Rosso como Ciudadana Destacada de la Ciudad de Villa María, por unanimidad del Concejo Deliberante de esta ciudad.

Con sus más de 30 años de camino construido en las disciplinas artísticas, (y digo disciplinas porque Analía no solo ejecuta la guitarra y canta, sino que además ejecuta instrumentos andinos, de percusión, de viento, el piano y como si algo le faltara, también supo desempeñarse como actriz); recibió los primeros lazos con la música por parte de su abuela y sobre todo de su madre, la Sra. Mabel Bettiol, (también cantante de nuestra ciudad).
Como ella siempre nos ha contado, comenzó con la música cuando se interesó por estudiar guitarra, luego de haber sacado algunas canciones de oído con la guitarra de su hermana mayor. Es entonces cuando conoce a su actual profesora Nancy Villarreal, con quien no solo aprendió a manejar varios estilos de música en la guitarra, sino que además estudió detenidamente la vida y obra de los más emblemáticos intérpretes, autores y compositores de nuestro País.

Con la Profesora Elba Riacio se inicia en el arte de dibujar, mientras que Barbarina Crivello le dio clases de labores, para luego estudiar con Ana María Zuin pintura en cuadros y sobre objetos en tela o madera.
Artista versátil que supo compartir escenario con “La Sole”, cuando esta comenzaba a construir sus caminos en la música; como haber compartido escenario con una de las máximas figuras del tango actual, Sra. Cristina Conde; fue distinguida con el premio “Bergara Leumann” a la trayectoria, la misma noche en que el Sr. Roberto Emilio Goyeneche (hijo de nuestro admirado “Polaco” Goyeneche) recibiera una estatuilla similar a la trayectoria de su padre; generando un encuentro inolvidable que se selló con un fraternal abrazo entre ambos.

Con el tiempo supo actuar en diferentes ciudades como Cosquín, Tío Pujio o Buenos Aires; además de innumerables presentaciones en su ciudad de Villa María. Además fue distinguida por el Premio “Arcángel San Gabriel” al mérito y su labor en la sociedad, (galardón fundado y entregado en mano por el Embajador de Paz, Dr. Honoris Causa Osvaldo García Napo); Diplomada de Honor en “Valores éticos y Espirituales” (por la Liga Pro-Comportamiento Humano, sede CABA); como innumerables certificados y diplomas por sus actuaciones.

Contando con una incansable voluntad no solo se sigue perfeccionando en canto y guitarra, sino que sumó el estudio del charango; como también la ampliación de su repertorio tanto en folklore, como tango y boleros.
Es de admirar los cuidados y la dedicación que ha recibido Analía por parte de sus padres, sobre todo de su madre, quién no dudo un instante en brindarle todo lo que a su alcance estaba y más. Como herramienta fundamental, Mabel (madre de Analía), comprendió que la “estimulación” era el camino más certero y necesario para que hoy Analía sea una artista no solamente reconocida, sino valorada y respetada; todo esto desde ya envuelto en una actitud de mucho, mucho amor.

Analía en sus propias palabras:

“…siempre que recuesto mi cabeza sobre la almohada, me digo a mi misma… hay que pensar en lo positivo…”
“…actualmente es un gran camino el que estoy haciendo ahora… porque se puede… porque el sol siempre sale para todos…»
“yo estoy muy orgullosa, contenta y feliz con lo que hago…porque soy muy querida, muy amada…”
“El silencio es la paz… lo que uno transmite en el alma… si no se nace… si no se hace…”

Lo que nos emocionó por completo fue la respuesta que ella nos brindó, a la pregunta “¿Desde dónde hoy estás, qué les dirías a tus papis?”; a lo que respondió: “Gracias por todas las puertas que me abrieron”.
“Me siento muy orgullosa, muy feliz y muy contenta. No me esperaba este galardón”

Comprenderán luego de haber leído esta columna, el honor, el orgullo, la satisfacción, la alegría y el eterno agradecimiento que significa para nosotros estar al lado de un ser tan profundo, tan pleno, tan honesto como lo es Analía Rosso; amén claro su indudable talento. Lo que más nos sorprendió e impactó de nuestras charlas con ella, fue cuando un día nos pregunta… “¿Qué es el ego?”… Se imaginarán que con esta pregunta está todo dicho.

Queridos lectores, con mucha emoción nos despedimos hasta la semana próxima, dejando les un grato saludo y deseando les los mejores augurios siempre!

Dúo por la vida Tango.