EL AMOR EN FORMA DE CARTA

Agostina Arzeno entrevistó a Luciana Perker, quién dictó el "taller de amor a la carta" en dos barrios de Villa María.

Continúan las actividades por el mes de la mujer en Villa María y en esta ocasión, se llevó a cabo el “Taller de Amor a la Carta, Taller feminista con cartas de amor” a cargo de Luciana Peker con la organización de la Subsecretaria de Cultura, Espacio INCAA Villa María, la Subsecretaria de Descentralización Comunitaria, Unidad Intendencia y Biblioteca Municipal y Popular Mariano Moreno.

El mismo taller se realizó el sábado por la mañana en el Centro Vecinal del Barrio Las Playas y posteriormente durante la tarde en el Municerca nº1 del Barrio Nicolás Avellaneda. En ambos participaron vecinos de diferentes barrios de la ciudad.
Durante la mañana, luego del taller, charlamos con Luciana Peker, locutora de Radio Nacional y periodista del suplemento Las 12, de Página 12.

Compartimos la entrevista:

¿Cómo surge la idea de armar este taller?
La idea en un principio nace en Buenos Aires con la filósofa Diana Maffia, en un centro feminista, que es el “Centro Cultural Tierra Violeta”, salió un poco jugando entre las dos y también a partir del discurso que coopta por una obvia necesidad, hay 66 femicidios desde 10 de diciembre a esta parte y 230 el año pasado, según el observatorio de femicidios de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

La violencia centra la atención de la mirada feminista, la centra con razón y la idea de hacer un taller de cartas de amor no es de ninguna manera minimizar el impacto de la violencia sobre las mujeres, todo lo contrario, pero sí nos parecía que había un lugar que no se estaba hablando, sobre el discurso amoroso, que es un discurso que continua, que a veces se vuelve indiferente, que también genera dolores en las mujeres, que por otra parte también es muy difícil analizar la violencia sin pensar la virulencia que tienen los sentimientos amorosos ¿no?, por un lado está el cuestionamiento del amor romántico, pero por el otro lado, bueno, ¿que les pasa con ese amor, con la pasión? también tiene un peso muy importante.

¿Por qué escribir cartas de amor en este espacio?
Escribir la carta de amor es un proceso creativo muy intenso y como paso hoy, un proceso personal muy movilizador y ya en Tierra Violeta, que era un público feminista, pasó que las cartas eran muy amorosas y entonces un poco lo que también se muestra con la practica una vez más, más allá de la teoría es que, hay un vacío hacia lo amoroso en donde las mujeres todavía tenemos mucho que decir y hay también nuevas construcciones que hacer.

¿Cómo fue el taller durante la mañana?
La idea era que fuera en un sector más popular, yo ya había llevado canciones a Tierra Violeta y me pareció que era una buena forma de contar algunas cosas y mi idea en Villa María, por las destinatarias, era hacer más cuestionamientos hacia el amor romántico, empecé el taller con esa idea y también hablar en torno a lo que las mujeres van recepcionando.

Por un lado revalorizar el amor, me parece que las mujeres lo necesitan, después pueden haber contado historias particulares o no, tal vez si hubiera habido una víctima de violencia de género la situación se torna más para ese lado, pero por ejemplo los problemas que surgieron más fuertes fueron de abuelas que sentían que sus nietas estaban descuidadas por sus madres y que no sabían como contenerlas.

¿Cómo fue la participación por parte de los presentes? ¿Hacía quiénes iban dirigidas las cartas?
la participación fue increíble nuevamente, más allá de que la violencia existe y hay que cuestionarla, y en esto no quiero dar ni un margen de duda, la verdad es que en lo que me quedo pensando es en las cartas, en que las mujeres tienen mucha necesidad de hablar sobre su amor, pero en este caso no sería un amor romántico entendido hacia un hombre porque la verdad que la mayoría de las cartas eran hacia los hijos, hacia sus madres, hacia sus nietas. Había una historia de amor de toda la vida, y la verdad que es algo que vengo pensando hace mucho, en lo que respecta a lo político y es que las mujeres tienen una gran necesidad que se revalorice no solo la maternidad sino, eso que en términos sociológicos y feministas duros, el trabajo no remunerado. Algo que yo trabajo mucho en notas de Las 12 de Pagina 12.

Las políticas de cuidado que implican todo ese amor que ellas dan, pero que también es la economía del cuidado, no está valorizada socialmente porque no existe un pago por esa tarea, no termina de estar valorizado.

¿Qué valor le dieron las mujeres a la «economía del cuidado»?
En la nota que escribí esta semana hablo sobre que se va a levantar lo que se llamó en realidad como «jubilación para amas de casa», o sea las mujeres que no hacen aportes y acá lo que vienen a valorizar, algo es que eso es un trabajo y es lo que ellas más revalorizan de sus vidas ¿no? Me parece que tiene que ver con un tema que es invisible para muchas mujeres y muy descuidado por la agenda del movimiento de mujeres, pelear por el reconocimiento económico.

Lo que hay que hacer con todo lo que se leyó hoy, no es solamente revalorizar cómo para ellas es importante el amor que le dan a sus hijos y al sacrificio que hacen como heroínas, sino ponerle valor a ese amor, ese amor tiene un costo para ellas que dejaron de trabajar, la asignación universal por hijo por ejemplo la cobran por sus hijos, pero no por ello entonces no se van a poder jubilar de grandes. Ese amor no tiene que ser abnegado, heroico, valiente, sacrificado, tiene que ser un amor que sea valorizado socialmente y en políticas publicas.

Ma. Agostina Arzeno Gardella

Fotografía – Cecilia Vázquez